Nº 258: Niñas: un mundo de desventajas


Alrededor de 1100 millones de niñas habitan en el mundo, un lugar que puede llegar a ser verdaderamente cruel con ellas. A propósito de la reciente conmemoración del Día Internacional de la Niña, instaurado por la Asamblea General de la Naciones Unidas, reseñamos su situación actual.

Desde los primeros años de vida las niñas –como todo niño- son vulnerables, sin embargo, en contextos donde se discrimina a la mujer lo son todavía más. De acuerdo a un informe elaborado por la entidad BMJ Global Health, realizado en 2018, ahí donde hay mayor desigualdad de género la probabilidad de supervivencia de un niño aumenta en comparación a la de una niña.

Al momento de integrarse a los centros educativos también presentan dificultades. Según un estudio de la UNICEF, solo dos terceras partes de los países en desarrollo han logrado la igualdad de género en la asistencia a la educación primaria. Y aun cuando las menores logran asistir al colegio, el proceso educativo puede quedar trunco por diversas circunstancias. Por ejemplo, en países de ingresos medianos y bajos cerca del 14 % de niñas se casan antes de los 15 años. Además, muchos de estos matrimonios ocurren luego del embarazo de las niñas, quienes, a su vez, tienen mucho más probabilidades de fallecer durante el parto que una mujer adulta.

De otro lado, en el ámbito laboral, se calcula que alrededor de 600 millones de niñas desempeñarán, de una u otra forma, algún tipo de trabajo durante la próxima década. Se trata, sin embargo, de un grupo que suele estar en desventaja y que accede a lugares donde pueden ser víctimas de explotación laboral.

Otra información también nos recuerda que la vulnerabilidad de las niñas aumenta en situaciones de emergencia producidas por fenómenos naturales, terremotos, conflictos armados y crisis sanitarias. Según Unicef, alrededor de 278 millones de niñas padecen todos los días de este tipo de realidades.

Uno de los datos de mayor dureza nos indica que más de 200 millones de niñas y mujeres han sufrido la mutilación genital femenina. La mayor parte de ellas padecieron esta práctica en su infancia, en algunos casos incluso cuando son bebés o durante la adolescencia. Sin embargo, pese a que se considera una violación a los derechos humanos, en África, regiones de Medio Oriente y Asia, donde más se practica, se considera como un rito cultural no solo aceptable sino necesario.

Respecto a la trata de personas, de acuerdo al último informe de las Naciones Unidas, del total de víctimas que sufre este flagelo a nivel global, el 23 % son niñas. De este grupo, el 72 % ha sufrido de explotación sexual, el 21 % trabajo forzoso y el 7 % otros tipos de explotación. Si vemos los datos por algunas zonas, el 55 % de víctimas de trata de personas en Centroamérica son niñas, según informó el coordinador residente de Naciones Unidas en Honduras. En Sudamérica, asimismo, las niñas representan el 31 % de las víctimas de este delito. En el Perú, entre enero y junio de 2019, según el Ministerio del Interior, se ha presentado 242 denuncias por el delito de trata de personas a nivel nacional. De ellas, 69 (28 %) corresponden a víctimas mujeres menores de edad.

Asimismo, según estadísticas del Ministerio de la Mujer, solo en el 2018, el Centro de Emergencia Mujer atendió 27 080 casos de algún tipo de violencia contra mujeres menores de edad. De estos, 9211 fueron de carácter físico y 8139, sexual. Además, de acuerdo a la misma fuente y en el mismo periodo, hubo 3765 casos de violación sexual; lo que equivale, en promedio, a que 10 menores de edad fueron violadas cada día.

En este contexto, la labor de los Estados a nivel mundial es decisiva para disminuir las distintas amenazas que acechan a las niñas. Sin embargo, la sociedad civil también tiene un rol importante, especialmente las organizaciones cuyo propósito es la defensa de los derechos de la niñez.

En tal sentido, Capital Humano y Social Alternativo, una organización que promueve y actúa en el marco de la lucha contra todo tipo de explotación humana, tiene como foco particular a las niñas, niños y adolescentes, sobre todo si se encuentran en estado de vulnerabilidad. Por tanto, los proyectos, y por ende, las actividades que realiza, buscan impactar en sus vidas mediante la prevención o, si ya son víctimas, con la debida atención, siempre con un enfoque de derechos humanos, equidad de género e interculturalidad.

En suma, al conmemorar esta fecha se busca reivindicar los derechos de las niñas y visibilizar sus problemas. Como se ha dicho, una niña, solo por su condición de mujer, ya es vulnerable, situación que se agrava si vive en la pobreza y en sociedades donde impera la violencia contra la mujer. Finalmente, todos tenemos el compromiso de contribuir, desde donde nos corresponda, con la creación de espacios y entornos seguros para las niñas, lugares donde puedan crecer con tranquilidad y sus voces puedan ser escuchadas.

Puede ver también : Boletín N°258:  Entrevista a Luisa Martínez Cornejo, especialista de género (Unicef – Perú)

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