La esclavitud que no cambia
Cada 30 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas, delito al que ningún país del mundo es inmune, según la UNODC. Como era de esperarse, el Perú tampoco.
Según el Índice de Esclavitud Global 2018, de Walk Free Foundation, 40.3 millones de personas viven en estado de esclavitud moderna en el mundo, condición que incluye a las víctimas de trata de personas (explotación sexual, explotación laboral, mendicidad forzosa, venta de órganos, venta de NNA, etc), matrimonio forzoso y trabajo forzoso. De éstas, el 71% de víctimas son mujeres y 29% son hombres.
En América (Norte, Centro y Sur), se estima que el número de víctimas de esclavitud moderna responde a casi 2 millones de personas (1’950,000) y, en el Perú, se hablan de 80,000 víctimas.
El director ejecutivo de CHS Alternativo, Ricardo Valdés, reflexiona sobre los factores más resaltantes en el Perú, para considerar en esta lucha contra la esclavitud moderna, ubicando entre ellos los altos niveles de impunidad, la creciente informalidad y pobreza, la tolerancia social que, cada vez es más común y dolorosa, y, como punto más alarmante, la desbordante corrupción a la que nos enfrentamos día a día.
En nuestro país, en el año 2009, el Ministerio Público registraba 124 denuncias por el delito de trata de personas. Al año 2017, este número ha aumentado en un 1 158 %, siendo Lima la región con más denuncias (24.4% del total registradas en 2017).
El aumento de denuncias, en este aspecto, puede significar dos cosas: 1) han aumentado los casos de trata de personas a nivel nacional o 2) la visibilización del delito y capacitación de funcionarios responsables ha servido para reconocer y tipificar este delito como corresponde. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer. Sobre todo, considerando los altos niveles de corrupción por los que está atravesando nuestro país en la actualidad.
CHS Alternativo lleva más de quince años trabajando con la sociedad civil y con diversos actores del Estado con la finalidad de luchar en la prevención y erradicación de este delito, así como por la necesidad de asistir de manera íntegra a quienes son víctimas de este fenómeno social.
Esperamos que este día no sea uno más del calendario, sino que cumpla con su objetivo de recordar que la trata de personas existe y que debemos darle la atención que merece.