Nota de prensa
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Desde el 2011 Fernando Zúñiga Fernández, registra –según sus movimientos migratorios– salidas del país hacia Colombia, Ecuador y Bolivia. Sus viajes no tendrían nada de extraño si este sujeto no hubiera sido detenido el fin de semana por cometer el presunto delito de trata.
La policía cree que sus salidas del Perú tenían como fin captar a jóvenes y traerlas a la capital para explotarlas sexual y laboralmente.
El último sábado, Zúñiga fue detenido por los agentes de la Dirección contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de la policía (DIRCTPTIM). Un mensaje de las autoridades colombianas alertó a sus pares peruanos que Zúñiga tendría encerradas a cuatro ciudadanas colombianas, incluida una menor de edad, en un inmueble de San Miguel.
En menos de 24 horas, los agentes interceptaron a Zúñiga en la cuadra 1 de la calle Carabobo. Lo encontraron cuando trataba de subir a un auto junto a una menor de 16 años. Al ingresar al domicilio, hallaron a las otras tres mujeres. Ante los agentes, el detenido aceptó que las había captado por Facebook y las había traído a la capital para ejercer la prostitución.
El coronel Fredy Castillo, director de la DIRCTPTIM, explicó que para afirmar que existe el delito de trata se debe cumplir tres etapas: captación, traslado y acogida y explotación. Existen dos modalidades que emplean los tratantes para captar a sus víctimas: vía redes sociales y a través de agencias de empleo.
«Anuncian que necesitan jóvenes para trabajar como anfitrionas, pero cuando las captan lo primero que hacen es aislarlas de sus familias, quitarles los celulares, documentos de identidad, y ahí comienza la explotación sexual», detalló Castillo.
Aumentan denuncias
Entre enero y abril, la Dirección contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes realizó 128 denuncias por el delito de trata de personas. Un incremento de 48% con respecto al mismo periodo del 2016. En los primeros cuatro meses del año pasado, hubo 66 denuncias y en todo el 2016 se reportaron 263 casos.
«La economía informal que viene golpeando al país (minería y tala ilegal) hace que se levanten bares y centros nocturnos. Para atenderlos se necesita de jovencitas», explicó Castillo.
Hasta abril, la policía registró a 209 víctimas por trata, mientras que en todo el 2016 se identificaron 1.352 víctimas. En cuanto a los captores, en los cuatro primeros meses del 2017 se detuvo a 82 personas. En todo el 2016, la policía atrapó a 378 tratantes.
La pena de este delito es de 15 años de prisión efectiva. Con agravantes, como retener a una menor de edad por ejemplo, la sanción se eleva a 25 años de pena privativa de la libertad. Sin embargo, según Luis Aguilar, subdirector de la ONG CHS Alternativo, solo tres de cada cien acusados son sentenciados.