A puertas de que termine el 2009, Susana Villarán hace un balance de la problemática de la trata de personas a nivel nacional, y sostiene que pese al trabajo que se está haciendo por parte del Estado aún hay mucho por hacer.
En tal sentido, demandó mayor inversión en campañas que permitan publicar los rostros de las personas que han sido desaparecidas, además de mayor participación por parte de los medios de comunicación, pues considera que este no es sólo responsabilidad estatal, sino también de la sociedad.
A puertas de cerrar el año, ¿cuál cree que es la situación del Perú con respecto al problema de la trata?
Creo que las evidencias de lo que hasta ahora se ha podido investigar demuestran que Perú está siendo un país en el que el crimen de la trata se está viviendo de una manera cada vez más preocupante y severa. Fundamentalmente la trata con fines de explotación sexual, como muestran las evidencias en lugares de la selva de manera muy especial, pero también lugares de frontera donde estamos viviendo esta realidad.
También en el ámbito de la migración, vemos que se esconde un fenómeno de trata, y esto está más orientado al trabajo forzado. A pesar de la crisis internacional, hay muchas personas que dan lo que sea para poder salir y trabajar. Si bien no tenemos que confundir el fenómeno migratorio con la trata, los estudios, las investigaciones nos demuestran que la trata se produce muchas veces dentro del ámbito migratorio.
En cuanto a la explotación sexual, cada vez son más las denuncias de jóvenes engañadas o secuestradas para ser llevadas a trabajar en bares o cantinas, sobre todo en el interior del país.
Como miembro del Comité de Derechos del Niño, tenemos, no solamente en el Perú, sino a nivel internacional, casos cada vez más graves de niñas y niños que son víctimas de las organizaciones criminales involucradas en la trata. Estas niñas y niños aparecen como desaparecidos cada vez de manera más creciente. Sus fotografías son las que están en las comisarías o en los lugres públicos, hospitales, paraderos de bus, etc. Y las historias personales de cada una de ellos son historias que después terminan, de manera trágica, involucradas en el mundo de la prostitución siendo ya adultas, porque esta explotación sexual forzada a las que las condena la trata las mete en un mundo de drogas, de adicciones, del que después, por vergüenza o porque están en otro país o porque no conocen otra cosa, no pueden salir.
¿Considera que las autoridades están haciendo lo suficiente para terminar con esta situación?
Tenemos un plan nacional, creo que tenemos una organización a nivel de la Policía Nacional. Esas cosas hay que valorarlas en un país como el nuestro, pero creo que frente a la magnitud de lo que está sucediendo, es insuficiente. No hay que dejar de reconocer lo que hacemos pero hay que fortalecer las acciones. Hay que adecuar totalmente el país al Tratado de Palermo, que es el tratado internacional en materia de prevención y erradicación de la trata de seres humanos.
Es ese el compromiso internacional del Estado peruano, y todavía falta mucho por hacer para poder adecuarnos, sobre todo en materia de prevención, de control y de represión en el delito de trata. En cuanto a la explotación laboral, la trata es considerada la esclavitud del siglo XXI, y en el Perú aún se secuestra a niños y niñas para obligarlos a trabajar, en los hogares por ejemplo, por sueldos mínimos y en pésimas condiciones, e incluso sin ser pagados.
Si se puede considerar parte del problema de la trata, aunque no están involucradas organizaciones criminales. Esto (el trabajo en los hogares) es un viejo problema, que existe previo al Tratado de Palermo e incluso, previo a que se empiece a hablar de trata en el mundo y por supuesto en nuestro país. Es lo que en otros países se conoce como «el criadazgo». Por eso es que existe, en el protocolo facultativo de los derechos del niño, un protocolo sobre venta, prostitución y pornografía.
Hay que diferenciar la trata de la venta de personas. En términos de su prevención y su prevención, son distintos los delitos en juego y entonces, las estrategias son diferenciadas. Tenemos niñas y niños trabajan en los hogares de manera esclava, sin recibir ningún tipo de sueldo. Son niños que han sido vendidos incluso por sus propios padres. Son niños y niñas que no estudian, que no se recrean, que no tienen ninguna esperanza para tener un futuro distinto para seguir en la rueda de la pobreza extrema.
Esto es gravísimo porque es una institución que es socialmente tolerada, es un mundo invisible, en el cual no queremos ver qué es lo que está sucediendo porque muchas personas se sirven de esto.
Pero finalmente estamos hablando de una trata, que es obligar a personas, imponiéndoles a trabajar en oficios totalmente contrarios a su propia voluntad. Existe también lo que es la minería informal, donde se sabe que hay personas que son obligadas a este tipo de trabajo. Se sabe qué es lo que pasa en zonas como Arequipa, Puno, Madre de Dios, ¿pero qué se hace?
La minería informal da muchísimo dinero y se nutre no solo de personas que trabajan en la cuasi esclavitud, como en la extracción de oro en Madre de Dios, sino también tiene un efecto terrible en el cuidado del medio ambiente, al ser totalmente contaminante para las personas que trabajan en la minería informal, como para el ambiente.
Usted comentó acerca de las fotos de desaparecidos que se ven en los buses y en las carreteras, ¿considera que se está haciendo un buen trabajo preventivo, como por ejemplo, mayor control en las carreteras?
No. Te puedo decir, a manera de experiencia personal, que me he llevado varias veces a mis nietas de viaje, y nadie me ha preguntado por el permiso notarial o por su partida de nacimiento. Yo creo que ahí hay una negligencia absoluta en el control por parte de las empresas de transporte terrestre y de las empresas aéreas también. Y me he dado cuenta que no es sólo a mí, sino a nadie. Viajan muchos niños que suben cargados, dormidos, y no se realiza el control que debería.
Yendo por ese lado, ¿qué otra negligencias hay por parte del gobierno, o de la sociedad tal vez, que no toman en cuenta estas medidas que pueden prevenir el problema como el de la trata?
Creo que hay que usar lo que es más poderoso: los medios de comunicación. Hay países donde hay programas sobre personas desaparecidas que tienen un rating altísimo porque son conducidos por los mejores conductores y permiten la identificación de personas desaparecidas. Entonces, hay aquí también un gran trabajo de los medios de comunicación que se comprometen.
Este no es un tema solamente del Estado. Si bien el estado es internacionalmente responsable, porque no se previene o no se radica el problema de la trata, la sociedad también lo es. Hay personas que saben de este problema y que no que dicen nada. Saben que hay niños que lloran en casas, que están sólo de tránsito antes de que los lleven a otros sitios y no dicen nada.
Creo además que podríamos hacer más si hubiese campañas en el canal estatal. Deberíamos tener un trabajo muchísimo más intenso en materia comunicacional por parte del Estado. Abrir las puertas a instituciones como CHS para que se realicen campañas muy activas.
Necesitaríamos además que las fotos de estas personas desaparecidas en la apertura de los programas y no como un favor a la hora del cierre, cuando ya la gente se ha dormido. No necesitamos un documental de vez en cuando. Necesitamos de un trabajo permanente y necesitamos inversión. Los derechos humanos requieren inversión. Y los derechos humanos de personas que viven en la esclavitud, son derechos que deben ser protegidos por el Estado, y eso requiere presupuesto, y por ello necesitamos que el Estado invierta en publicitad para mostrar estos rostros de personas que han sido separadas de sus familias, de quienes han sido amenazadas, o engañadas y que por eso sufren esta situación de esclavitud, ya sea laboral o sexual.
Pero necesitamos también que se fortalezca esta Unidad especial de la Policía Nacional, de la fiscalía, para poder hacer una labor de control y represión del delito. Y lo necesitamos, sobre todo, en las fronteras de nuestro país, donde este crimen ha tomado mucha presencia, mejor dotación policial. Hay mucha corrupción de parte de las autoridades encargadas del control de este delito, por lo que se necesita que la Oficina de Asuntos Internos del Ministerio del Interior debe hacer un mejor trabajo de control.
¿Considera que la población está lo suficientemente informada acerca del delito de trata de personas?
Creo que no, creo que hay mucha confusión entre venta y trata. No se conoce la magnitud ni la gravedad, porque no es suficiente que instituciones como CHS haga esfuerzos como el que se acaba de realizar respecto al de involucrar a periodistas de todo el país en el problema. Se han dado niveles de conciencia importantes, pero no suficientes. Por lo tanto, creo que es una responsabilidad de las instituciones de la sociedad civil, pero también del Estado.
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