N° 270: Silvia Arispe: «La lucha contra la violencia de género debe iniciar en la infancia»


Entrevista realizada a Silvia Arispe.

Exdirectora ejecutiva del Programa Nacional Aurora del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables

El Estado ha destinado el último año una gran cantidad de recursos para disminuir las situaciones de violencia contra la mujer. ¿Por qué no tenemos resultados?

Creo que es apresurado esperar a muy corto plazo resultados que todavía se van a ver a largo plazo. Lo que también tenemos que identificar es: ¿qué cosa es lo que estamos midiendo? Y una de las cosas que pude identificar estando como directora ejecutiva del Programa Nacional Aurora es qué cosa es lo que medimos y cómo lo medimos.

El presupuesto asignado se ha ido incrementando, hasta duplicando, durante estos últimos cinco años, pero ¿cómo hemos medido la efectividad del gasto del recurso público? Ese es un tema que venimos conversando con el MEF: se tiene que ver cuáles son los indicadores correctos que nos van a hacer realmente posible medir un impacto de la gestión, del buen uso de los recursos públicos. Es difícil de medir si no tienes una línea de base.

Creo que en los últimos veinte años que se ha venido trabajando el tema en el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, el cambio se ha dado, pero es un poco lento. Es bastante lento porque una gran barrera es el condicionamiento cultural, entonces para poder cambiar necesitamos dos caminos: o hacemos algo rápido, un electroshock, que tiene que ver no solamente con recursos, o con hacer cambios reales en la práctica, y forzar, involucrar y ahí eso es un tema que viene más con la segunda pregunta, pero es el involucramiento de todos los estamentos de gobierno.

La lucha contra la violencia hacia la mujer se deja toda a cargo del MIMP, ¿qué otros sectores del Estado considera deben asumir también esta responsabilidad? y ¿la sociedad civil organizada? ¿Y el ciudadano a pie?

Es muy difícil poder entrar de arriba para abajo si no tienes a todos los estamentos, y más aún si no tienes a la comunidad más próxima para que puedan ser un soporte para las víctimas y trabajar de manera comunitaria.

Tenemos a nivel de diferentes instancias de gobierno y la coordinación entre los gigantes que son el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación, y cómo no pueden entrar al barrio. Yo vengo de una experiencia municipal previa y es muy chiquitita, es muy específico, entonces tratar de ingresar a un tema comunitario desde el Ejecutivo, que está muy arriba es como meter a un gigante por un embudo.

Si tú analizas el texto único ordenado y la fuerza que le dan a todo el proceso de la juridización de los procesos, meter al agresor a la sigue siendo lo más importante en este sistema, cuando en realidad deberíamos enfocarnos en las mujeres, los niños y todas las poblaciones vulnerables que son víctimas.

Pero no, nos hemos concentrado en castigar al agresor. Creemos que ya con que entre a la cárcel se acabó el problema. “Metimos a la cárcel al violador en preventiva nueve meses: se hizo justicia”. Ya no más creer que la solución para cortar la violencia contra la mujer es la penalización. Está probado que el derecho penal no disuade. No es disuasivo.

Yo creo que lo que debemos hacer como ciudadanos de a pie, y eso es algo que conversaba siempre, y he hecho capacitaciones con los dirigentes barriales y con los vecinos y vecinas, es armar redes de contención: espacios donde las víctimas puedan sentirse acogidas y poder avanzar.

El enfoque preventivo tiene que ser a los niños y niñas. Ya no podemos estar previniendo a mujeres porque las mujeres ya fueron violentadas cuando fueron adolescentes o niñas. Entonces, ¿qué vas a prevenir ahí? Lo único que puedes es una prevención secundaria, o sea que no vuelvan a pasar por violencia, pero ya la pasaron.

Entonces, si yo tengo que poner todos mis recursos y tengo que priorizar, priorizaría a entrar a trabajo de prevención solo con niños y adolescentes. Eso es lo que haría por cinco o seis años: crear generaciones de niños y romper. Y seguir con los demás que ya fueron violentados. No va a romper si nos seguimos concentrando en las víctimas hasta terciarias, porque ya han pasado por procesos cuando van recién a nuestros servicios y recién nos percatamos. No vamos a parar el ciclo porque la violencia no empieza cuando son mujeres, sino cuando son niños.

 

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