La cancillería cubana publicó los datos recopilados entre mayo de 2018 y 2019 sobre la trata de personas en la isla caribeña, con énfasis en que la caída de los hechos asociados a este problema mundial se debe a su política de tolerancia cero.
El informe refiere que fueron 15 los casos juzgados por situaciones típicas de trata, seis menos que los reseñados en el período anterior. De ellos, 12 correspondieron a fines de explotación sexual, dos a mendicidad forzada y uno a fines de esclavitud.
¿Qué ocurre con los menores de edad?
En el caso de los menores de edad víctimas de este delito, las autoridades hicieron contacto con sus familiares o tutores legales para brindar apoyo psicológico y asesoramiento con el fin de garantizarles protección en la sociedad.
Aunque no se relacionan necesariamente con el fenómeno de la trata, el informe disponible desde el 24 de enero incluye cifras de los supuestos casos de abusos sexuales contra niñas y niños reportados en el período.
Reveló que se contabilizaron 2 350 menores víctimas en supuestos casos de abuso sexual, a pesar de los esfuerzos del Ministerio de Educación, el de Salud Pública y organizaciones de masas implicadas en la detección de estos maltratos.
La mayor representatividad de estos hechos ocurrió en actos lascivos y la corrupción de menores. También destacó el número de violaciones y ultrajes sexuales.
Aunque la mayoría de estos delitos no derivó en trata de personas, sí implicó situaciones de riesgo y explotación para las víctimas.
En Cuba existen tres Centros de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes (CPNNA) dañados por este flagelo. Están en las ciudades de La Habana, Santa Clara y Santiago de Cuba. Cuentan con equipos multidisciplinarios y tecnologías disponibles para realizar la exploración de los sucesos.
Este procedimiento de la exploración se enfoca en evitar la victimización secundaria y mantener el anonimato de los infantes en los juicios orales y los medios de comunicación.
Entre las características de estos procederes figuran: el empleo de contrataciones artísticas irregulares y con bajo nivel de exigencia, los contratos en idioma extranjero y sin respaldo legal en Cuba, salidas hacia el exterior financiadas por empresarios e intermediarios cubanos, la reincidencia de clubes nocturnos con antecedentes de prostitución, desconocimiento del lugar y contenido de la actividad.
A propósito de los casos identificados los principales destinos para la explotación de las personas siguen siendo Turquía y China, y en menor medida Italia, Alemania, Vietnam, Portugal, Islas Caimán, Jamaica, Chipre y Mali. (2020)
Fuente: IPS
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