La pandemia del covid-19 trajo consigo la mayor crisis sanitaria del país, además, afectó gravemente la empleabilidad y la economía, generando una crisis socioeconómica sin precedentes.
Según informa la Organización Internacional del Trabajo (OIT) más de 6 millones de peruanos se quedaron sin un empleo y, por lo tanto, sin un ingreso fijo. Esta situación expone a miles de personas a caer en redes de trata de personas, en su desesperada búsqueda por conseguir un empleo.
A puertas del bicentenario es importante considerar los retos y dificultades que quedan por resolver para evitar el incremento de delitos como trata de personas, las distintas formas de explotación y trabajo forzoso.
Según información del Instituto Peruano de Economía (IPE), al inicio de la emergencia sanitaria, 7 de cada 10 peruanos trabajaban como informales, muchos de ellos dedicados al comercio ambulatorio, lo que representaba al 73% de la población empleada. Para agosto del 2020, se estimó que la informalidad laboral superaba el 80%.
En su informe Perú › Impacto de la COVID-19 en el empleo y los ingresos laborales, la OIT informó que los efectos de la pandemia a mediano plazo, es decir, para el primer trimestre del 2021, afectarán particularmente a trabajadores independientes y aquellos que no cuentan con estudios superiores universitarios:
“Los efectos negativos de la pandemia (en el sector laboral) se concentran desproporcionadamente en los colectivos más vulnerables, como las personas de baja calificación, las mujeres y jóvenes, la población migrante y refugiada, y, en particular, las personas en situación de autoempleo”
Las mujeres, los jóvenes y la población migrante, son los grupos más propensos a caer en redes de trata de personas; para reducir este riesgo es necesario alcanzar la diversificación de actividades laborales y la mejora de empleos adecuados en el Perú.
Urge una estrategia intersectorial que promueva la coordinación entre gobierno, empleadores y trabajadores. Así como la aplicación de otras medidas como la de fortalecer un sistema financiero inclusivo, el apoyo al autoempleo y a las microempresas para consolidar su formalización y desarrollo.
Es sumamente importantes reestablecer y mejorar las condiciones de empleabilidad y trabajo formal en el Perú durante el 2021.Hay mucho por hacer, reiteremos nuestro compromiso de trabajo para disminuir las brechas que incrementan la vulnerabilidad y contribuir a la prevención de la trata de personas y todo delito de explotación humana.
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