Boletín N° 42: «Las trabajadoras del hogar son víctimas de la semi esclavitud en pleno siglo XXI»


Adelina Díaz, presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadoras del Hogar.

Con 62 años, Adelina Díaz, presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadoras del Hogar, se dedica a cuidar a las empleadas domésticas y velar por el cumplimiento de sus derechos. Asegura que en pleno siglo XXI, las trabajadoras del hogar aún son víctimas de la semi esclavitud y cuenta que ella misma vivió la trata de personas al sufrir los maltratos y desprecios en el hogar donde fue obligada a trabajar, sin pago alguno, por cuatro años.

En el mes de las trabajadoras del hogar, la ahora dirigente sindical señala que su gremio se siente desamparado por el Ministerio de Trabajo «que más que una autoridad, parece un empleador más» pues no vela por el cumplimiento de la Ley 27986, y asegura que el problema de la trata va en aumento, pues hasta los profesores de colegios se prestan para comercializar a las jóvenes.

¿Cuál es la situación de las trabajadoras del hogar en el país? ¿Se respetan sus derechos? ¿Cuántas son menores de edad?

La situación de las trabajadoras del hogar, a pesar de que estamos en pleno siglo XXI, se encuentra en un estado de semi esclavitud encubierta. En lugar de haber disminuido, la situación ha empeorado. Se ha incrementado a un millón de acuerdo a una encuesta que ha hecho la Universidad Católica cuando nosotras calculábamos 600 o 700 mil a nivel nacional.

Yo diría que más del 30% son niñas adolescentes de 12 a 18 años. Este sector está en una situación que está en una semi esclavitud. Primero que no se les paga, y si les pagan les dan 100 o 200 soles, con el pretexto que no tienen experiencia y que les van a pagar más cuando aprendan, y al final no les dan nada.A las trabajadoras adultas, que son de 20 a 35 les pagan un promedio de sueldo de 400 a 550, y las compañeras de la tercera edad que trabajan en una casa 20, 30 años cuando ya se acaban sus energías las botan y como no saben sus derechos, las sacan sin jubilación sin nada, sin familia, sin estudios.

El otro problema grande es que no reconocen los beneficios de la Ley 27986, Ley de las Trabajadoras del Hogar, que se dio el 2 de junio del 2003. Gracias a esta ley las que están afiliadas al sindicato reclaman, porque nosotras las informamos. Pero las que no, no saben y los trabajadores abusan.

En las niñas y adolescentes, sigue el problema que son abusadas sexualmente y además víctimas de la trata.

Abusan los empleadores, los hijos y los parientes porque es la trabajadora y la ven sola. Muchas veces no cuentan porque tienen miedo y porque ya son marcadas para toda la vida. Incluso cuando las empleadoras se enteran, no las defienden. Y solo están tranquilas cuando logran escaparse.

¿Tienen cifras de cuántas trabajadoras del hogar han sido o son víctimas de trata de personas?

No manejamos esa información, pero si conocemos casos de chicas que llegan a casas creyendo que las van a tratar bien y que van a poder ganar dinero, y que al final no les pagan y las tratan como esclavas. Yo misma fui víctima de eso.

A mí me trajeron a los 14 años de Cajamarca. Me dijeron que me iban a tener como una hija y me trataron como esclava. Estuve cuatro años sin saber de mi papá, si él me escribía rompían las cartas. Nunca me dieron ropa, zapatos, nunca me dejaron salir. Yo me escapé a los 18 años, sin nada. Me escapé porque gracias a las comunidades cristianas, aprendí que tengo dignidad, que tengo que cuidarme.

Gracias a nuestra lucha, hay una institución, ya existe un sindicato. Pero cuando yo me escapé estuve en la calle, dormí en parques como 4 o 5 días. Muchas chicas hoy sufren igual, pero gracias a Dios se pasan la voz y llegan acá.

¿De qué manera llegan estas jóvenes a trabajar a los hogares?

Muchas vienen con promesas que no van a cumplir, como me pasó a mí. En algunos casos, los profesores muchas veces traen a las niñas de provincia y las colocan en casas y ganan plata. O hay agencias de empleo en provincia que las mandan y les dicen que van a estar en buenas casas, que les van a dar todo que van a poder estudiar y cuando llegan las abandonan a su suerte en casas donde no las tratan bien. Sobre todo niñas en la parte del oriente.

Otras veces vienen también por intermedios de amigas, vienen con la ilusión de conocer Lima y cambia su vida, no para mejor. Viven bajo amenaza.

¿Cuál es el apoyo que el Sindicato da a las víctimas que son identificadas?

Cuando nos enteramos de esos casos, nosotras las asesoramos y a veces se quedan sin trabajo. Entonces empezamos por la vía legal y vamos a juicio, contratamos a un abogado y las ayudamos a cobrar todos los beneficios que no se les ha dado. Tenemos experiencia de hacer seguimiento, acompañar al Palacio de Justicia, al Ministerio de Trabajo. Las asesoramos en el tema de los papeles.

Además, les damos charlas de deberes y derechos. Si piden asesoría, les conseguimos su liquidación, hablamos con las empleadoras. Cerca del 80% de las empleadoras no quieren cumplir y es ahí cuando empezamos a negociar por la vía judicial.

Cuando es el tema de abuso sexual, trata o de maltrato, coordinamos con la DIRINCRI, las contactamos con sus familias,  y si podemos les conseguimos trabajo pero donde si respeten sus derechos.

¿Cuáles son las condiciones mínimas en las que debe trabajar una empleada del hogar?

La ley dice que tenemos que tener ocho horas laborales, pago de vacaciones, pago de seguro social. Sin embargo eso tampoco se respeta porque, por ejemplo, cuando hay una reunión hasta tarde exigen que las chicas se queden hasta el final y que al día siguiente estén bien despiertas desde temprano.

O los sueldos, como ya señalé, no son los 550 soles asegurables que estipula la ley. Además no pagan horas extras, no pagan vacaciones, muy pocas están aseguradas.

¿Y qué hace el Estado para proteger a las trabajadoras del hogar y hacer que se respeten sus derechos como persona y sus derechos laborales?

El Ministerio de Trabajo es la entidad que se debe velar por nuestros derechos. No nos sentimos respaldadas por el ministerio, pero participamos del diálogo porque si no ni nos toman en cuenta.

A veces, en lugar de actuar como una autoridad, actúa como si fuera el empleador. Por ejemplo, ahorita hay un debate porque el ministerio quiere que se reduzca el sueldo de 550 soles a 300 soles para que para que puedan asegurar a las trabajadoras. Pero nosotras no vamos a retroceder, ya nos costó mucho conseguir que se nos pague un sueldo mínimo y no vamos a retroceder.

Por eso estamos exigiendo en un nuevo proyecto de ley al Congreso, en el que pedimos las ocho horas de trabajo, sueldo mínimo de 550 que es asegurable, el contrato de trabajo por escrito y no verbal y el seguro social obligatorio y derecho a la maternidad.

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