Según consta en cifras del sistema RETA PNP, del año 2004 a la fecha se han registrado 1878 víctimas de trata de personas. Esta cifra no sólo implica una gran cantidad de procesos judiciales que se han o deben ser iniciados, sino que involucra todo un sistema articulado para proporcionarles protección a las víctimas.
En la entrevista de esta edición del Reporte Alternativo, la Fiscal Superior y coordinadora de la Unidad Central de Asistencia Víctima y Testigos, Rosario Lopez Wong, nos comenta que el Programa proporciona la protección necesaria para garantizar la calidad de vida de las víctimas. Por tanto, comprende asistencia legal, social y psicológica.
Esta protección se enmarca dentro del Plan Nacional contra la Trata de personas (PNAT), que representa la estrategia para combatir este delito en nuestro país. Sin embargo, la sostenibilidad del Programa se podría ver afectada debido a la falta de recursos.
Para poder garantizar la protección cabal a las víctimas y familiares o parientes cercanos, según Lopez Wong, es imprescindible dotar con un presupuesto de aproximadamente dieciséis millones de soles. Sin embargo, actualmente en el presupuesto aprobado para el Ministerio Público no hay un fondo disponible con esa cantidad de dinero.
Esto representa un obstáculo en la labor de protección a víctimas, más aún cuando observamos que las cifras registradas por el sistema RETA PNP van aumentando paulatinamente año a año.
Lopez Wong también indica que el Programa busca proporcionar herramientas a las víctimas para permitir la resocialización. Nos pone el ejemplo de Jhinna Pinchi que viene recibiendo clases de cosmetología «para que más adelante puede valerse por sí misma. Por ahora estamos analizando dónde colocar a las víctimas para que rehagan su vida sea estudiando o trabajando».
La falta de recursos no solo limita la capacidad del programa de protección para albergar en lugares adecuados a las víctimas y a su vez proporcionarles condiciones adecuadas de vida mientras dure la protección, sino que está perjudicando el seguimiento a las personas rescatadas para evitar el que puedan ser re victimizadas.
Así mismo, se debe velar por la protección a los familiares cercanos, ya que muchas veces los delincuentes denunciados recurren a ellos para amenazarlos y presionarlos con la finalidad de modificar las denuncias.
Es preocupante que un eje vital en la lucha por combatir la trata de personas se esté descuidando por falta de recursos, poniendo en riesgo la protección a las víctimas y sus allegados.
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