N° 245: «Es importante reconocer que las víctimas tienen necesidades específicas»


Dr. Alberto Arenas Cornejo, Director de la Dirección de Protección Especial del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables – MIMP.


¿Qué es el Enfoque Centrado en la Víctima (ECV)? ¿Cuál es su objetivo?

El Enfoque Centrado en la Víctima es un modo de intervención sistémica que busca que las instituciones responsables del abordaje y la atención de víctimas tomen en cuenta las propias necesidades y preocupaciones de ellas, y, por lo tanto, la necesidad de una atención diferenciada, que reconozca sus particularidades para que sean atendidas de manera adecuada, sensible y libre de prejuicios.
El objetivo del ECV es que a partir de reconocer las diferencias y necesidades de cada víctima, se implementen estrategias de trabajo adecuadas para lograr su reinserción y que puedan tener un plan de vida que responda a las necesidades propias de ellas.

¿Qué permite este tipo de enfoque?

Este enfoque permite una atención respetuosa de las necesidades particulares de las víctimas, estableciendo planes de trabajo adecuados e implementando procesos de acompañamiento diferenciados que distingan esas necesidades. Además, permite escuchar en todo momento la voz de las víctimas así como promover y asegurar su participación a lo largo de todo el proceso de reintegración. 

¿Cuál es la relación entre este enfoque y la revictimización?

Este enfoque busca evitar la repetición del trauma al garantizar que operadores debidamente capacitados y bajo procedimientos que tengan en su centro a ellas, realicen su trabajo sin afectarlas, y por el contrario, tengan un cuidado que garantice sus derechos, dignidad, autonomía, determinación y protección.

¿Qué habilidades deben tener los funcionarios para abordar los casos con este enfoque?

Es importante saber reconocer que las víctimas tienen derechos, necesidades específicas y expectativas que el sistema de protección está obligado a atender. Por ello, la empatía y el respeto por la dignidad de las víctimas son habilidades fundamentales en los operadores y que deben trabajarse mediante capacitación permanente. Asimismo, es necesario que sepan establecer una gama diferenciada de alternativas para la atención a víctimas en la forma más adecuada donde se valore primordialmente su participación en los procesos de atención y en el desarrollo de los mismos.

En general, ¿cómo se está avanzando en el Estado en la aplicación del ECV?

En el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) se ha trabajado durante muchos años en el enfoque centrado en los derechos de las personas, en particular, en casos de víctimas menores de edad, es decir, niñas, niños y adolescentes. Por lo tanto, hay un camino trazado. Desde la Dirección General de Niñas, Niños y Adolescentes se está realizando un diagnóstico para conocer la forma y los mecanismos que existen para recoger la voz de las niñas, niños y adolescentes por parte de los equipos interdisciplinarios de las Unidades de Protección Especial.

 

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