Cuando trabajamos con sobrevivientes de trata de personas u otros delitos de explotación humana, sabemos que un aspecto fundamental para su proceso de integración o reintegración a la sociedad es atender su salud mental, componente central de la salud, entendida esta como «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades» (OMS, 2013, p. 7). Solo alcanzando cierto nivel de estabilidad emocional, podrán evaluar la información proporcionada por los operadores de justicia y de servicios, reflexionar sobre ella, visualizar su proyecto de vida y tomar decisiones para concretarlo.
De acuerdo con la OMS (2013) y el modelo de salud mental comunitaria implementado por el Ministerio de Salud, el bienestar (salud) y el malestar (enfermedad) no solo son el resultado de factores individuales, sino también familiares, sociales, económicos, culturales, políticos e históricos. En el caso de las sobrevivientes de trata de personas u otras formas de explotación, su salud mental muchas veces se ve afectada por la carga traumática que la situación de explotación les dejó, lo cual se evidencia en su nivel de temor, desconfianza, culpa o fragilidad emocional. En medio de esa variedad de emociones y circunstancias, buscan acceder a la justicia y exigir sentencias justas para los culpables, pero este proceso moviliza afectos y recuerdos difíciles de tolerar para las personas sobrevivientes.
¿Habrá aspectos relacionados con la actitud de los operadores de justicia y de servicios que puedan contribuir a generar un clima de mayor confianza para las personas sobrevivientes con las que interactúan y, con ello, a su bienestar? La respuesta es que sí. En Buscando justicia, investigación de Andrea Querol (2020), se identificó los siguientes:
- Cuando los operadores de justicia y de servicios reflejan una actitud empática y de preocupación real por su bienestar, las personas sobrevivientes experimentan una sensación de tranquilidad y seguridad que podría contribuir a su proceso de adaptación y reintegración.
- Brindar información veraz sobre derechos, opciones, lo que pueden esperar y lo que pueden o no hacer disminuye la angustia y el miedo a lo desconocido de las víctimas; esto influye de forma positiva en su reintegración.
- Considerar un tiempo de reflexión para que las sobrevivientes y el entorno familiar favorable evalúen la información brindada y tomen decisiones conjuntas con las autoridades puede evitar la revictimización y la réplica de la violencia por parte de operadores de justicia y de servicios.
La salud mental es un derecho humano y ciudadano. Por tanto, todo operador de justicia y de servicios debe conocer aspectos básicos de salud mental para brindar una adecuada atención, realizar una oportuna derivación a servicios especializados e incluir estos servicios en las disposiciones y resoluciones que surjan de sus despachos. Esos aspectos básicos están asociados a los primeros auxilios psicológicos.
El primero es saber observar o percibir. Se trata de prestar atención a detalles que nos den información sobre el estado emocional de la persona. ¿Qué tipo de detalles? Pues algunos son fijarnos si la persona puede responder preguntas, verbalizar o si opta por el silencio; si muestra señales de angustia graves como encontrarse en estado de shock; si está confundida o desorientada; si expresa un temor exacerbado; si no puede cuidarse a sí misma o a otros; si necesita que la ayudemos a respirar profundo y despacio para reponerse, etc. Reconocer la intensidad de su malestar o de sus reacciones nos dará información sustancial para saber si necesita atención más especializada, como contar con un espacio psicoterapéutico o psiquiátrico.
El segundo aspecto es saber escuchar. Necesitamos escuchar para comprender la situación que atraviesa la persona, pues cada sobreviviente de trata de personas tiene necesidades y recursos distintos, aunque hayan atravesado eventos semejantes. También requerimos practicar una escucha empática, es decir, atenta, sensible, respetuosa del ritmo de la persona, sin presionarla para que hable. Será importante que acompañemos esa escucha acogedora con gestos como el movimiento de la cabeza en señal de comprensión o con palabras sencillas que demuestren que seguimos su discurso.
El tercer aspecto es saber conectar. Necesitamos facilitar que la persona se conecte con sus recursos personales, como la valentía que demuestra al desear continuar y reponerse del contexto de explotación; también debemos brindarle información clara sobre sus derechos. Si la salud mental depende de factores individuales y extraindividuales, entonces se requiere activar o reactivar redes de soporte social, como un entorno familiar favorable, y vincularla con organizaciones que trabajen con temáticas relacionadas y puedan ofrecerle apoyo para su reintegración. Por último, conectar incluye contactarla con los servicios del Estado que requiera y estén disponibles.
Entonces, favorecer un proceso de reintegración saludable, que considere el cuidado de la salud mental de personas que han sobrevivido a delitos de explotación humana como la trata de personas, requiere el trabajo conjunto del Estado y la sociedad civil. Las propias víctimas señalan que recibir atención en salud mental es indispensable para sobrellevar el proceso de acceso a la justicia, restablecer su tranquilidad y continuar con sus vidas de la mejor manera (Querol, 2020). El Estado peruano necesita fortalecer este aspecto como parte de la restitución de derechos a las personas afectadas y del quehacer de operadores de justicia y de servicios, más aún cuando ha sido contemplado en el Plan de Reintegración Individual elaborado y gestionado por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.
Referencias
OMS. (2013). Plan de Acción sobre Salud Mental 2013-2020. Organización Mundial de la Salud. https://www.who.int/mental_health/publications/action_plan/es/
Querol, A. (2020). Buscando justicia. Trata de personas, violencia y explotación humana: 40 testimonios. CHS Alternativo. https://chsalternativo.org/recurso/buscando-justicia-trata-de-personas-violencia-y-explotacion-40-testimonios/
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