Erick Iriarte, abogado especialista en delitos informáticos.
¿Cuál es tu percepción sobre la relación entre la trata de personas y los medios tecnológicos?
Lo primero que hay que entender es que el Internet lleva bastantes años con nosotros. En el 2000 la Organización de Naciones Unidas estableció que se empezara a regular la tecnología en cuanto a las actividades ilícitas. Sin embargo, el aumento de la penetración del Internet en el mundo facilita la herramienta tecnológica y esto a su vez facilita no solo los delitos de información como hackers, sino también de otro tipo como el de acoso o la trata de personas, entre otros. En el caso de trata de persona es un tema híbrido porque si bien los contactos se pueden dar por vía tecnológica en algún momento tiene que haber un contacto presencial con la víctima. En otros casos el componente tecnológico es una suerte de anzuelo. Los casos de trata de personas que se inician tecnológicamente todavía son comparativamente menores. Pero no hay duda alguna que en algún momento tienen que ver con elementos tecnológicos y en general con la utilización del Internet.
Hace poco, en Madre de Dios, se dio a conocer el primer caso de un sentenciado por acoso sexual. El ofensor no solo había solicitado un encuentro con la menor para tener relaciones sexuales a cambio de dinero, sino también, le había ofrecido integrarse a entrar a un grupo de chicas sexis de servicios discretos. ¿Esto podría haber configurado otro delito?
Podría ser un caso de prostitución infantil, o de rufianismo o proxenetismo, o podría evaluarse si configura un caso de trata de personas, pero en ese caso no basta con la tentativa sino con la trata en sí.
Respecto a este mismo caso, ¿la fiscalía de Madre de Dios podría haber dirigido y realizado la investigación criminal tecnológica para descartar la comisión de más delitos similares?
Lo que entiendo es que el acoso sexual sí lo ha podido determinar con las herramientas o pruebas que tuvo. Además, tampoco tenemos una Fiscalía ni un Poder Judicial especializados en temas tecnológicos.
Entonces, ¿no hay especialistas en temas digitales?
En el caso de la Policía sí existe una división especializada de alta tecnología, pero es muy reducida. Es conveniente que se traten estos temas a nivel de las escuelas de la Policía. Además, no todas las comisarías ni todas las unidades tienen equipo de alta tecnología. Asimismo, a nivel del Poder Judicial debería haber especialización. No hay juzgados especializados en estos temas, tampoco fiscalías, pero deberían crearse. El Fiscal puede estar capacitado, pero si el juzgado no lo entiende no hay avances. No hay que olvidar que la capacitación en estos temas es relevante. De alguna manera, prácticamente todos los delitos tienen que ver con un tema tecnológico. Si bien necesitas unidades altamente especializadas para entender los casos, también puede llegar un caso de estos a cualquier juzgado y este debe estar capacitado para comprenderlo a cabalidad.
A nivel de Latinoamérica, ¿cuán preparado se encuentra el Perú para tratar estos delitos tecnológicos?
A nivel de la Policía Nacional, la unidad especializada en temas tecnológicos es bastante reconocida en América Latina. Por el otro lado, en cuanto a los fiscales y jueces, no tenemos magistrados especializados. Lo que sí tenemos son muchas normas. Por tanto nuestro problema no es la falta de legislación, sino la falta de capacitación. Además, si bien la unidad policial en estos temas es muy buena, esta es pequeña. Entonces la capacidad operativa es limitada, así como el número de especialistas en peritaje informático.
¿Encuentras algún indicio que esta situación de falta de capacitación se esté revertiendo?
En la Fiscalía establecieron hace pocos meses un protocolo especial, aunque es para casos de persecución de delitos. Es como un manual básico, no es de alto nivel, pero es un avance.
Para finalizar, ¿cuán avanzados estamos en cuanto a la capacitación digital?
En resumen, estamos muy por debajo de la línea. Existe una gran necesidad de una mayor capacitación digital porque estamos muy atrasados. Lo que pasa es que no hay una entidad articuladora de estos temas. Entonces, cada quien hace su mejor esfuerzo. Claro, eso es mejor que nada, pero no es suficiente. Eso lo tiene que hacer el Estado, pero ahora no hay una entidad con esas funciones. Por ejemplo, ¿con quién hablas de temas digitales para prevenir la pornografía infantil? Con el Ministerio de Educación, pero, ¿con qué unidad? Tiene que haber facilitadores transversales, que atraviesen los diversos sectores del Estado.
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