«Los gobiernos locales le dan más importancia a lo material que a lo humano».
Los casos de secuestros de jóvenes para ser explotadas sexual o laboralmente son cosa de todos los días. Cada vez es más común leer, ver u oír denuncias de este tipo en los medios de comunicación y lamentablemente, poco se está haciendo para contrarrestarlos.
Mariella Cartolini, directora del Centro de Emergencia Mujer (CEM) de Huancayo señaló que no existe un reconocimiento de la trata como delito por parte de las autoridades regionales y locales, por lo que éstas se dedican más a proyectos de construcción que ha realizar un trabajo con la población.
¿Cómo se está abordando el tema de la trata de personas en Huancayo?
El tema de la trata de personas es aún invisible en Huancayo. Son pocas las autoridades que le toman importancia. El problema es que no se reconoce este delito como tal, y cuando se le aborda se toma como un caso de explotación sexual o laboral, más no como un delito de trata.
En el ámbito judicial es lo mismo. Cuando se hace una denuncia las autoridades no lo ven como un tema de trata. Por eso, aunque se quiere dar una solución al tema, en Huancayo no se puede avanzar porque aún no la trata de no es reconocida como un delito.
¿Cuál es el perfil que han detectado en las víctimas de trata?
Son jóvenes entre 14 y 18 años que han sido secuestradas y obligadas explotadas sexual o laboralmente. En el caso de la explotación sexual, las jóvenes -que en muchos casos son obligadas a trabajar en esto desde muy pequeñas- no son conscientes que son víctimas de trata de personas e incluso lo terminan viendo como un modo de vida. A esto se le conoce como «rufianismo» y es algo que se ve muy seguido.
Casi lo mismo pasa en el caso de la explotación sexual. Las jóvenes son obligadas a trabajar como empleadas del hogar y trabajan más de 12 horas, no se les paga lo suficiente, les pegan e incluso las violan, y en estos casos, también algunas lo ven como algo normal porque no conocen otra manera de vivir. Son pocas las que verdaderamente llegan a reconocer que han sido víctimas de trata.
¿Cómo es que CEM se entera de los casos de trata?
Nosotros nos enteramos de los casos a través de las denuncias, o en algunos casos -de explotación laboral sobre todo- los padres son quienes nos informan.
¿Qué tipo de atención brinda CEM a las víctimas de trata?
En primer lugar se les da atención psicológica para poder determinar en qué grado de aceptación se encuentran. Cuando las jóvenes conversan con el psicólogo, primero no son conscientes de que son víctimas. Pero cuando se les explica, lloran porque se dan cuenta de lo que han tenido que pasar.
En segundo lugar se hace un trabajo social en el caso de que las jóvenes que son menores de edad deban ser ingresadas a un albergue. Luego se les da apoyo legal y se les ayuda a hacer la denuncia.
¿Cuál es el modo de trata de personas que más se presenta en Huancayo?
Lo que más se ve en Huancayo es la desaparición de personas. Los secuestros de niñas y niños es un problema que se ve muy seguido. Los casos más comunes de desaparecidos son niños, niñas y adolescentes. No sabemos exactamente cuál es la cifra, esa información la maneja la División de Familia. Pero en el último reporte que nos dieron, nos dijeron que cada vez hay más casos y que las cifras actuales son muy altas.
Lo que no sabemos bien es cuál es la cifra exacta de casos reportados como desaparecidos pero que en verdad son fuga. La cifra que manejamos es del 1%, pero no es exacta. Creemos que en los casos de fuga del hogar, los menores lo hacen o porque son víctimas de violencia doméstica, o porque son influenciadas, en el caso de las adolescentes, por amigas que ya están en el mundo de la explotación sexual y que lo han tomado como un modo de vida. Normalmente les atrae el dinero, o les ofrecen trabajar como anfitrionas o secretarias y ellas, al ver que podrán ganar dinero, se fugan.
Otros delitos que se da mucho en Huancayo es la explotación sexual y la explotación laboral. El problema es, como ya dije, que ninguno de estos tres delios se está viendo como un tema de trata de personas, sino que se toman como delitos individuales. Y es justamente el desconocimiento de qué es la trata lo que hace más difícil el trabajo, tanto preventivo como con las víctimas.
¿Qué está haciendo el Gobierno regional para combatir la trata de personas?
El Gobierno Regional realiza solo un trabajo de intervención de oficina, más no una intervención directa. Creo que existe una especie de celo en el sentido de que quieren acaparar todas las áreas de trabajo y por eso no brindan apoyo a las organizaciones que vemos diferentes temas de trabajo con la población.
Sin embargo, el trabajo que realizan se queda en talleres y capacitaciones, pero no hacen una intervención directa que verdaderamente se cetre en el problema que se está viviendo.
¿Y a nivel del gobierno local?
El gobierno local tampoco hace mucho. Las autoridades creen que el hacer obras materiales es la base de una buena gestión, y por eso no se preocupan en el trabajo con la población. Es por eso que en Huancayo hay un gran desconocimiento de qué es la trata de personas, por ejemplo, porque el gobierno regional no ha hecho un trabajo de información y difusión.
¿Y qué recomendaciones daría usted?
Lo que podría recomendar es que se busquen maneras de llegar más a la población e informarles de ciertos temas, como la trata, y así hacer un trabajo preventivo. Por ejemplo, el gobierno de Huancayo está haciendo trabajos con el programa Juntos. Se podría sacar ventaja de estas personas que llegan a zonas rurales haciendo un trabajo de alfabetización, y buscar la manera como informen a los padres y a los jóvenes de sobre qué es la trata de personas y los modos en las que ésta opera y así acabar con el desconocimiento.
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