Boletín N° 41: «Lo que nosotros recomendamos a la Policía Nacional y al Ministerio Público, es celeridad»


Eugenia Fernán Zegarra, Adjunta para la Mujer de la Defensoría del Pueblo.

Este año, Naciones Unidas ha señalado que el Día Internacional de la Mujer tiene como tema la Igualdad de Derechos, Igualdad de Oportunidades: progreso para todos. Sin embargo, los casos de mujeres, niñas y adolescentes que son víctimas de la trata de personas en el mundo no responden a tales ideales.

La Adjunta para la Mujer de la Defensoría del Pueblo, Eugenia Fernán Zegarra, sostuvo que si bien las mujeres no son las únicas víctimas de este delito, son ellas las reclutadas en la mayoría de los casos, ya que los fines de la trata de personas son, por lo general, la explotación sexual. En tal sentido, la funcionaria puso mucho énfasis en la adopción de medidas de prevención, así como en la protección de las afortunadas que logran escapar de quienes las retienen a la fuerza.

¿La defensoría del pueblo tiene cifras de cuántas víctimas de trata de personas son mujeres en el país?

La Defensoría del Pueblo no maneja cifras. Aún estamos en la post de unirnos a la protección de los derechos de las mujeres a partir de la organización de lineamientos para abordar el tema.

Los lineamientos son, por ejemplo, ver la manera cómo promover la conformación de instancias de coordinación entre el Estado y la sociedad civil, o la promoción entre las personas de que la defensoría tiene las  puertas abiertas para que se hagan las denuncias de casos puntuales si es que no se está llevando el caso de la manera adecuada en la Policía Nacional o en la fiscalía. Nuestra función, como defensoría del pueblo, es vigilar que la policía realice bien el proceso penal en contra de los tratantes, y que la fiscalía lleve a cabo el acopio de la información como se debe.

¿Han llegado denuncias a la Defensoría del Pueblo?

Si, y esos son los pocos casos que tenemos identificados. Donde hay más incidencia es con las mujeres, y es que son ellas las que los tratantes buscan para fines de explotación sexual o laboral, sobre todo como empleadas domésticas.

Se ha detectado que la mayoría de las mujeres son captadas en la selva de nuestro país y llevadas, sobre todo, a la parte sur de la costa.

Además, esta captación está relacionada a ciertas actividades económicas fuertes. Por ejemplo, en Madre de Dios, la explotación maderera o la minería son actividades que dan mucho dinero. Y este dinero se usa para solventar las redes que se dedican a este delito.

En cuanto a la explotación laboral, muchas chicas son captadas para trabajar como empleadas del hogar, sobre todo chicas del interior del país que son traídas a Lima. muchas veces se presenta bajo el título del padrinazgo, entonces las chicas son llevadas a una casa donde se les dice que se les va a cuidar y apoyar y terminan trabajando sin recibir ningún pago, como si fueran esclavas. Lo que sucede es que en muchos casos les dicen a las chicas que como se ha gastado en su traslado, en su ropa, en su cuarto, en su comida, se va a retener su sueldo hasta que se compense la cantidad gastada.

¿Qué recomienda la defensoría?

Lo que nosotros recomendamos es la realización de un fuerte e insistente trabajo de prevención. Y sobre todo, la protección a las mujeres y jóvenes que hayan logrado escapar de estas redes, mientras se haga la investigación.

La protección debe ser tanto para las víctimas que han escapado como para los testigos que ellas mencionen, porque estas organizaciones no solo van a buscar y acosar a las jóvenes que se han escapado, sino también a sus familias y a quienes las hayan ayudado. Por eso la defensoría siempre insiste en que se de protección a las víctimas y a los familiares y testigos.

Asimismo, recomendamos a las personas que estén siempre alertas ante cualquier situación que de sospechas de ser delito de trata. Normalmente, los tratantes captan a las jóvenes -si es que no las secuestran- por avisos en los periódicos, donde ofrecen trabajos y las citan y poco a poco las van metiendo en estos bajos mundos, o a través de los blogs, redes sociales y el chat en el internet.

Por eso no es solo un trabajo de las instituciones, todas y todos deben ser precavidos, no estar dando sus datos a cualquiera. Lamentablemente, en el Perú no existe un registro unificado sobre el tema. Son pocas las instituciones como CHS -por no decir la única-que se preocupan por difundir los derechos de las mujeres, o por hacer capacitaciones a los funcionarios de las instituciones para que sepan qué es la trata de personas y cómo se manifiesta.

¿La Policía Nacional y la fiscalía trabajan correctamente?

No con la celeridad que el caso amerita, pero si atienden los casos. Lo que falta es trabajar el tema de la reinserción de las victimas en la sociedad, porque no es solo liberarlas y detener a los implicados, sino que hay que ver como apoyar a las víctimas, que terminan fuertemente afectadas.

Hay que darles tratamiento psicológico, ayudarlas a integrarse nuevamente. Muchas son privadas de su libertad por mucho tiempo y ya no saben cómo relacionarse con los demás, o tienen miedo a todo. Es un trabajo que también deberían prevenir las autoridades.

Lo que nosotros recomendamos a la Policía Nacional y al Ministerio Público siempre es celeridad, el cumplimiento del debido proceso penal y la detención efectiva de los autores del delito, es decir que no sean puestos en libertad al poco tiempo.

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