Rubén Vargas, analista en temas de narcotráfico y seguridad.
No es la primera vez que se denuncia el reclutamiento de niños por parte de Sendero.
En realidad el problema de los niños y adolescentes en los grupos terroristas no es nuevo, especialmente en el caso del VRAE.
Desde el 2001 y 2002 existen registros de niños reclutados y adoctrinados en los campamentos terroristas, especialmente en la zona del Ene.
Hay un registro especialmente importante del 2003, donde la Policía Nacional del Perú hace una incursión de un campamento y rescata a más de 10 niños y adolescentes que estaban recibiendo adoctrinamiento político y militar.
Ya desde entonces, había un grupo bastante numeroso de niños que estaban engrosando las filas del grupo terrorista.
Usted comentó que estos niños son captados en la zona asháninka, y que algunos hijos de terroristas se refugiaron en el VRAE hace una década
Efectivamente, se tiene conocimiento que estos niños provienen de dos zonas: la nación asháninka que tiene establecida en el río Ene. El grupo terrorista aprovecha para captar a estos niños.
La otra parte proviene de los hijos de los propios terroristas que estaban en esta especie de albergue que recibían esta formación.
Sin duda existe una responsabilidad del Estado por recuperar a estas decenas de adolescentes de las filas terroristas y darles la protección que necesitan.
Estamos hablando de niños que desde temprana edad están empuñando el fusil, piensan que todos somos objetivos militares a quienes se tiene que asesinar.
Es un número importante de menores que crecen con un discurso de odio, maoísta.
¿Qué instituciones son responsables de intervenir esta situación?
La responsabilidad recae en las FFAA. Este trabajo no lo podemos encargar a INABIF u otras instituciones, aquí la responsabilidad de rescatar a estos niños recae específicamente en las fuerzas FFAA.
En estos momentos, el VRAE está manejado por el grupo terrorista. También hay población civil cautiva como fuerza de producción en las plantaciones de los terroristas.
Por ello, urge recuperar toda la zona, pero es difícil señalar la estrategia más adecuada que permita revertir esta situación por la que está pasando las Fuerzas Armadas.
El gobierno actual ha venido iniciando acciones a este respecto en los dos últimos años y el saldo ha sido negativo. Esto ha ocasionado que mueran más de 50 miembros del ejército.
Hay todo un trabajo de adoctrinamiento más que una esclavización de menores que perpetúa estas prácticas. ¿Qué medidas se pueden tomar para hacer contrapeso a todo el trabajo de adoctrinamiento que hacen con los menores?
Definitivamente, no podemos hablar de mediano ni largo plazo para ellos. Ver a estos niños crecer con uniforme, adoctrinados, con ese discurso del grupo terrorista, viendo a los demás como el enemigo burgués, sus enemigos de clase.
Cualquier asesinato o acción en contra está absolutamente justificada para ellos ideológicamente. Por esto, es peligroso que siga pasando el tiempo porque ellos van aprendiendo .
Hay una responsabilidad grande del estado que históricamente ha abandonado esta zona del territorio nacional.
La vida, la educación, las escuelas han sido tomadas por educadores que comulgan voluntariamente o bajo amenaza las ideas del grupo terrorista. Sí, es cierto que el único referente de vida en la zona es el grupo terrorista.
¿Se ha considerado esta problemática en los planes de Gobierno con la finalidad de incluir estrategias específicas que prevengan la captación de menores?
Hay varios aspectos que se tienen que tomar en cuenta para imponer el Estado de Derecho en la zona, pero lo más inmediato es recuperar las condiciones mínimas de seguridad.
La conclusión inevitable es que más que cualquier otro, el principal problema de la zona es de seguridad, por lo que para iniciar cualquier acción, primero deben crearse condiciones básicas para que los demás puedan ingresar a la zona.
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