N°290: LA PROTECCIÓN A LAS VÍCTIMAS, LA FICCIÓN Y SU RELACIÓN CON LA BÚSQUEDA DE JUSTICIA


Editorial Alternativo

La realidad supera la ficción, y alimenta la creatividad de los artistas. En esta época donde las películas, series, novelas y otras producciones transmedia aparecen con la temática de la trata de personas como elemento importante, la realidad podría generar una producción interminable de historias que narrar y representar. En CHS Alternativo tenemos más de 1800 historias reales que podríamos compartir, pertenecientes a personas que directamente se han impactado con este delito. Sin embargo, es la ética y deontología profesional y la protección a las víctimas las que impiden que hagamos públicas estas historias que podrían sorprender por su dureza. Han sido contadas excepciones donde esta regla ha dejado espacio al interés de las propias víctimas para compartir sus experiencias como parte de su proceso de recuperación.

Desde la organización hemos preferido siempre analizar orgánicamente lo que la realidad refleja y por eso hemos elaborado informes, libros, documentales, videos educativos, etc., que analizan críticamente la respuesta de la sociedad y especialmente del Estado, principal responsable frente a un fenómeno que es considerado como una vulneración a los derechos humanos. En el caso de la sociedad, hemos demostrado gracias a un estudio elaborado en 2022 que, aunque un 77% de los encuestados asegura saber en qué consiste el delito de trata de personas, solo un 21% de ese grupo da una definición correcta. Lo peor es que, entre los que sí conocen la problemática, un 11% –que representa un promedio de 497 mil personas– reconoce que pudo haber sido víctima de este delito en algún momento de su vida.

Mientras tanto, en el caso del Estado hemos reiterado que el país ha logrado consolidar una institucionalidad que permite responder, aunque precariamente, a este fenómeno. Ello, en especial, gracias a la aprobación de la Política Nacional frente a la Trata de Personas y sus formas de explotación al 2030, cuyo modelo causal se encuentra cuestionado por la realidad, ya que no se avanza significativamente en superar la vigilancia ineficaz, la existencia de un agresor motivado y una víctima disponible. Es decir, la trata de personas existe y se mantiene cuando el Estado no ejerce acciones adecuadas de vigilancia, control y persecución del delito; cuando existen grandes ganancias en la actividad delictiva, así como una alta tasa de impunidad y corrupción; y, cuando las personas, a causa del desconocimiento del crimen y las formas de prevenirlo, están susceptibles de ser captadas. Todo esto gracias a una disminución paulatina del presupuesto público asignado.

Curiosamente, la respuesta del Estado es un aspecto frecuentemente olvidado en las ficciones que se representan en las pantallas de cines y televisión. No vemos la precariedad y la alta impunidad a nivel de la sanción del delito ni la reparación merecida que requieren las víctimas. Esta práctica no es gratuita, sino que tiene su explicación en el escaso interés social por la situación de las víctimas. A quienes consumimos estas narrativas televisivas, literarias o cinematográficas nos interesa el “detalle” de la vulneración de derechos y, cada vez menos, el impacto de esa vulneración en las personas afectadas. Sin embargo, como lo demuestra la entrevista a la Dra. Elvia Barrios, la preocupación por estos aspectos es un punto crítico en la actualidad para el sistema de justicia.

Respecto a la impunidad, entre los años 2017 y 2020, el Ministerio Público reportó 4,895 denuncias de trata de personas; pero en ese mismo periodo, el Poder Judicial registró solo 176 sentencias condenatorias, lo que representa el 0.035% de los casos. A esto se suman los reducidos montos en la reparación civil, que no van en proporción al daño real y no aseguran una adecuada reintegración.

Y sobre la prevención del delito, según información del Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, entre los años 2017 y 2023, el 74% de víctimas de este delito en el Perú fue captada por una falsa oferta de empleo, seguida de propuestas en Internet (2.7%), una falsa oferta de estudios (1.8%) y la seducción (1.4%), entre otros. En ese sentido, es indispensable saber cómo reconocer una falsa oferta de trabajo. Algunos criterios que pueden ayudarnos en esta tarea son los siguientes: altos salarios o adelantos de sueldo, poca claridad en las funciones y en los datos del empleador, no piden experiencia previa y la convocatoria es difundida en medios informales. Sin embargo, la realidad ha demostrado que aún las personas que pueden identificar una falsa oferta de trabajo pueden exponerse a los riesgos que implica. ¿Cómo explicar esta situación en una ficción sin caer en los lugares comunes y respuestas simplistas?

En medio de este panorama y en respuesta a la necesidad de difundir información preventiva, CHS Alternativo, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Grupo RPP están impulsando –por segundo año consecutivo– la campaña “La trata de personas es explotación humana: Reconócela y véncela”, la cual busca que la ciudadanía pueda identificar, prevenir, alertar y denunciar este crimen. El objetivo central de esta campaña es lograr que más personas accedan a información oportuna para evitar que caigan en este círculo de sometimiento que atenta contra la dignidad humana. Se trata pues de buscar que la ficción no se siga alimentando de la realidad; de aquella que representa la vulnerabilidad, el engaño, la seducción o las prácticas sociales como motor del fenómeno de explotación.

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