La economía peruana ha experimentado los últimos años un crecimiento continuo vinculado sobre todo a actividades como la minería, pesca y producción energética.
Sin embargo la gran informalidad que afecta a nuestra economía en general, y al mercado laboral en particular, impide una mejora sustancial de los indicadores de desarrollo humano a nivel nacional. Todos los días nos enfrentamos a la profunda contradicción de tener una economía en crecimiento que no beneficia a todos los peruanos.
La bonanza económica no sólo ha traído importantes ganancias a diversas regiones del interior de nuestro país, sino que también ha sido aprovechada por redes dedicadas a la Trata de Personas. Estas mafias son las encargadas de proporcionar mano de obra barata a actividades muy lucrativas como la minería informal, donde no sólo se contamina el medioambiente sino también se explota a niños, niñas, adolescentes y adultos jóvenes bajo una serie de modalidades encubiertas que aún no son combatidas como se debe por nuestras autoridades.
La informalidad de nuestra economía opera de la mano con una sociedad bastante tolerante en lo que se refiere a la explotación laboral. Algunos prejuicios o falacias con mucho arraigo llevan a minimizar o aun a negar los daños tanto físicos como psíquicos que acarrea la trata de personas con fines de explotación laboral.
Reporte Alternativo ya lo ha dicho claramente en otras oportunidades, esta situación de explotación laboral no representa trabajo digno para nadie. Sólo son una fuente de ingresos para aquellos que aprovechándose de la necesidad de sus semejantes, lucran sometiéndoles a condiciones «laborales» que no representan una oportunidad de progreso para aquellos que las sufren. Todo lo contrario, lo que tendremos a partir de ello es una perpetuación de la pobreza.
Invocamos a las autoridades a que no cedan en su empeño de combatir la explotación laboral ahí donde se presente y que no se detengan frente a argumentos carentes de sentido que intenten justificar tal situación.
Por otra parte, si bien los medios de comunicación cumplen un rol fundamental en la difusión de este problema, es necesario llamar la atención acerca del uso adecuado de los términos, ya que podrían confundir al lector, como es el caso de una de las noticias colocadas en nuestra portada, donde se dice «trata de blancas», cuando el término correcto es trata de personas.
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