Nº 305 | EVANS VELÁSQUEZ: LA CAPTACIÓN DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES ESTÁ EMPEZANDO POR LOS RETOS Y PREMIOS DE LOS JUEGOS EN LÍNEA


Evans Velásquez es el jefe del Departamento de Ciber Protección Infantil, de la Dirección contra la Ciberdelincuencia de la Policía Nacional del Perú. Ante la visibilidad de los casos de captación con fines de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes (ESNNA), a través de redes sociales y videojuegos, nos da mayores alcances de lo que implica este delito y cuáles son los principales desafíos para combatirlo.

 ¿Cuál es el trabajo que realiza el Departamento de Ciber Protección Infantil? ¿Cómo se vincula con la lucha contra la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes?

Trabajamos investigando los casos de abuso sexual infantil de niñas, niños y adolescentes en la virtualidad. Para ello, contamos con un equipo profesional que, además del trabajo de campo, realiza un patrullaje virtual. Asimismo, reforzamos nuestra labor desde la prevención, con charlas en colegios o entidades que las solicitan.

 ¿En qué consiste el patrullaje virtual?

 Indagamos. Buscamos en Internet situaciones vinculadas al delito de abuso sexual infantil, ya sea imágenes y/o videos que han sido preavisados o que son propagadas con fines económicos. También obtenemos data de delincuentes informáticos inmersos en el delito de pornografía infantil.

Se estima que el 71% de niños, niñas y adolescentes empezó a usar un dispositivo electrónico a partir de los 9 años. Esto se ha incrementado a partir de la pandemia ¿Usted considera que esto ha sido un factor determinante en los casos de explotación sexual en el espacio digital?

Sí. (Con la pandemia) de un día para otro se le dio una tablet o un smartphone a un niño. Se le permitió interactuar con el mundo digital. Y como adultos muchas veces se les da el celular a los niños para que no lloren o a para que hagan su tarea. Eso ha permitido que los delincuentes se aprovechen. La tecnología no es mala, pero les hemos puesto a nuestros niños en bandeja para que ellos puedan seleccionarlos y escogerlos.

¿Cuáles son los principales desafíos a los que se han enfrentado?

Por ejemplo, hay casos o víctimas en el interior del país y hemos tenido que viajar. La geografía peruana es complicada y no es fácil realizar una acción de inteligencia para ubicar a la menor agraviada o al objetivo que debemos capturar. Cuando encontramos el material de abuso, lo analizamos de manera detallada para ubicar al agresor, pero sobre todo a la víctima y rescatarla. Con la ayuda de entidades amigas, les damos un soporte emocional.

¿Cuántos han sido los detenidos y víctimas rescatadas por la ESNNA en línea que registra la unidad?

En cifras, durante el año 2023, hemos tenido 33 detenidos (31 hombres y 2 mujeres) y hemos rescatado a 18 menores de edad. Durante el 2024, tenemos 32 detenidos y 14 niñas, niños y adolescentes rescatados. Hemos logrado que el 98% de nuestros detenidos cursen prisión preventiva. Cada caso corresponde a realidades distintas. Las y los menores se encontraban muy desprotegidos y los familiares defendían al agresor. Pero esto pasa, en mi experiencia, porque estas personas en algún momento fueron víctimas de agresión sexual y nunca lo trataron. En algunos casos hemos capturado al agresor y las víctimas ya eran adultas.

¿Cuál ha sido el factor de vulnerabilidad más frecuente que han encontrado?

El entorno familiar. Es decir, padres y madres que trabajaban y las víctimas se quedaban con el abuelo, los tíos, con un amigo, el inquilino, el padrino o el vecino. Ahí se generó el abuso, agresión que era grabada y con el que generaban el material [pornográfico], para posteriormente comercializarlo. En muchos casos, los familiares tenían conocimiento de los hechos. Por ejemplo, el año pasado, dos hermanos gemelos abusaron de una menor de edad que era su inquilina. Eso lo sabía el padre de la menor y lo permitía. Incluso, la niña fue prostituida, y el sujeto recibía dinero a cambio de que abusaran de su hija. Además, el padre también abusaba de la niña.

Sin embargo, también hay casos en el que niñas, niños o adolescentes, ante la falta de atención de sus padres, fueron captadas por terceras personas a través del grooming, y fueron inducidas, bajo amenazas, a que envíen imágenes sexuales: desnudos o actos obscenos. Ese material es dinero para los abusadores. En algunos casos comercializaban el material o integraban grupos donde les exigía material también. Para pertenecer a esos grupos, piden dinero, como si fuera una suscripción de streaming o se aporta material.

¿Estos grupos funcionan a partir de redes sociales específicas?

No necesariamente. El delincuente utiliza todas las plataformas que tenga a su alcance. Aplicaciones de mensajería como WhatsApp, Telegram, grupos de Instagram, juegos en línea. Bastantes juegos en línea, pues en estos hay retos, hay obtención de premios y por ahí empieza la captación. Por lo general, los explotadores se hacen pasar por niños para engañar a la víctima.

Plataformas como Meta, donde funcionan los grupos que menciona, integran el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC). Y tienen todo un sistema de monitoreo para precisamente detectar este tipo de contenidos o mensajes…

Así es. Meta, es propietario de Facebook, Instagram y WhatsApp, y funcionan bajo las políticas del gobierno americano, el Protocolo de Palermo y el Convenio Budapest. Estas plataformas que integran el NCMEC poseen algoritmos que van a alertar cada vez que haya indicios de tráfico de material de abuso sexual infantil. Esa alarma direcciona al país desde donde se emite. Nosotros, como Policía, tenemos acceso a la plataforma y podemos hacer el patrullaje virtual y obtener data. Hemos tenido muchos casos resueltos en base a la información que proporciona la plataforma NCMEC.

CHS Alternativo ha hecho patrullajes y hemos encontrado que los grupos criminales usan palabras clave para evadir estos algoritmos de alerta.

Sí, las usan bastante. El lenguaje que utilizan los grupos a fin de no ser detectados tienen terminologías clave, como “caldo de pollo”, “CP”, “angelitos” y diversas terminologías para evitar que los algoritmos los detecten. Además, como división tenemos un banco de datos donde están identificados los usuarios, números, cuentas y terminologías que utilizan, así como los símbolos e imágenes.

Con la nueva ley de crimen organizado se excluyen varios delitos, entre ellos el de pornografía infantil. ¿Esto impacta en su trabajo?

Nosotros nos dedicamos a trabajar con las herramientas legales que existen. Si bien es cierto, hubo una modificatoria donde la detención preliminar ha sido derogada o destituida, eso no va a ser un impedimento para hacer nuestro trabajo. Sin embargo, hemos tenido diligencias que no podíamos empezar hasta que llegue el defensor público. Por ejemplo, nosotros interveníamos a las 3:00 de la mañana y teníamos que esperar a que venga el abogado a las 8:00 a.m., 9:00 a.m., o cuando se le dé la gana. Son cosas que nos han pasado, pero con el profesionalismo y las ganas hemos logrado intervenir. Esto incluso nos motiva más porque ahí sale la creatividad, el amor de pesquisa por el trabajo, y sobre todo por la protección de los niños.

¿Cómo se relacionan las redes del crimen organizado con los delitos de explotación sexual en el espacio digital?

 Hablamos de un delito transnacional. La tecnología permite ese tipo de operaciones. Por ejemplo, en un operativo, dimos con que un día generaron el material y teníamos indicios que había sido ofrecido a otros países. Hemos encontrado transferencias nacionales e internacionales a través de plataformas como PayPal, Western Unión y otras aplicaciones. Al ser un delito transnacional, trabajamos también con la policía tecnológica del extranjero.

Por las transacciones bancarias ¿se puede identificar que hay un movimiento irregular y que estamos ante una posible situación de explotación sexual de niños y adolescentes?

Es un proceso complejo. Los movimientos bancarios tienen que ser corroborados de manera digital y en el lugar verificar la condición laboral de/los sospechosos, si coinciden con el movimiento que hace. Para eso se necesita herramientas legales al hacer la vigilancia. Si tenemos una sospecha, y la ubicación es una casa humilde, rústica, y vemos que el sospechoso no tiene un trabajo conocido, pero muestra opulencia en sus redes o en su vida diaria, encontramos prendas o accesorios de alto valor que no puede pagar, eso nos da un indicio de que está teniendo un beneficio cuestionable. Y si al revisar los equipos de cómputo vemos que él genera material, entonces es un indicativo de que está produciendo, fabricando o difundiendo pornografía infantil y que ese es su sustento de vida. Entonces con el Ministerio Público tenemos que tener la data exacta para que se logre la presión preventiva o se logre la sentencia a través del Poder Judicial.

¿Qué se debe fortalecer para prevenir estas situaciones de violencia y explotación en el espacio digital?

El trabajo preventivo en los centros educativos y en universidades, que es algo que ya hacemos. A veces por desconocimiento, el civil no sabe que está ante un delito, puede tomarlo como un juego, o llega por casualidad a una página pornográfica con una ventana emergente, o envía por desconocimiento. Nosotros le explicamos y orientamos. Tenemos personal especializado en técnicas de abordaje, y sobre todo en tratamiento con los jóvenes y adolescentes. Es la manera en que podemos prevenir. Sería bueno tener un espacio televisivo, que es lo que más consumen los jóvenes. Las redes sociales también son importantes.

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