Hace algunas semanas CHS Alternativo llamó la atención sobre la situación de la Familia Tupía, cuya menor hija fue encontrada muerta, luego de ser presuntamente víctima de trata de personas. La nota de prensa expresaba el interés de nuestra organización porque el proceso penal brinde a la familia una tutela judicial efectiva, especialmente por la proximidad de la decisión final: la sentencia judicial.
El caso de K.T.A. (17), sintetiza una doble afectación a las víctimas de trata de personas y sus familias. En primer lugar, como en muchos casos, K.T.A. fue engañada con una falsa oferta de trabajo (en Ayacucho, su región natal), y fue traslada al corredor minero de La Pampa (Madre de Dios) para ser explotada sexualmente. Los presuntos tratantes eran, también como en otras oportunidades, personas pertenecientes a su entorno más próximo: familiares directos o familia extensa (el tío y su conviviente, y su prima). El circuito de explotación y la vulneración de los derechos se habían configurado para la víctima.
Pero el caso de K.T.A. también expresa el largo tránsito de una familia para ubicar a su hija (que terminó al identificarse el cuerpo de la adolescente), y lograr justicia. Plazos, pruebas, instancias, competencias, expedientes, procesos, imputados, son palabras que ahora el padre y hermanos de K.T.A. han tenido que incorporar a su vocabulario.
Los familiares pueden no saber de tipos penales, acusaciones fiscales o tipos de prueba, entre otros elementos centrales del proceso penal, pero si se percatan de las actitudes, disposiciones o conductas de los operadores. Por ejemplo, don Julio, padre de K.T.A., ha señalado: «ese doctor (un operador), me ayudaba bien, pero lo cambiaron por otro […] ese doctor hace perder tiempo». Así empieza a formarse la percepción de don Julio y su familia sobre la justicia frente a la trata de personas. Don Julio también expresa los costos que significa buscar justicia y nos deja una frase lapidaria: «Yo, de todas maneras he luchado, caminado, hasta vendí todos mis animalitos, ganadito; todo lo posible hacía, ¿sino como hacía para andar? Entonces en un momento ya no tenía nada». El esfuerzo, tiempo y recursos invertidos también se integran a esa atmósfera de incertidumbre y esperanza que acompaña a la familia, y se integran a sus percepciones sobre la justicia y su eficacia.
Pero el momento definitivo es sin duda la decisión del juez. Quien permite que puede determinar la percepción Ahora, con la sentencia estoy, bueno, sí, contento; pero no todos han recibido condena; eso no me gusta, no es justo; [además] hasta el momento no sabemos cómo ha muerto. Para las familias como los Tupia justicia es sinónimo de verdad, de certeza de lo ocurrido; y cuando los hechos son tan claros para ellos, esperan una sanción ejemplar. De ahí la importancia de un trabajo articulado entre los operadores de justicia y otros que puedan brindar contención psicológica para sobrellevar todo el proceso.
K.T.A. está en la memoria de su familia, quienes también han expresado su percepción sobre la realidad que involucra al parecer numerosas familias en Ayacucho y que devela la vigencia de la relación entre la desaparición de personas y la trata de personas. «Acá no hay confianza, porque acá es demasiado, hay muchos niños perdidos, acá en Ayacucho se pide justicia, pero no los encontramos», señala don Julio y sentencia «cuiden a sus hijos porque si no van a sufrir igual que yo».
Como lo señaláramos en la publicación Testimonios de las Sobrevivientes de Trata de Personas, CHS Alternativo tiene plena conciencia de la necesidad de incorporar la voz de las víctimas en el proceso de toma de decisiones vinculado a la lucha contra la trata de personas. En ese marco, las familias de las víctimas también pueden ayudar a evaluar las políticas, servicios y procedimientos relacionados a las víctimas. En ese sentido, se hace un llamado a la Comisión Multisectorial de Naturaleza Permanente contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes para que el sistema de monitoreo y evaluación del Plan Nacional de Acción Contra la Trata de Personas incluya una dimensión participativa donde las víctimas y familiares puedan ser consultadas, con los adecuados protocolos para evitar la revictimización.
(1) CHS Alternativo, con autorización de la familia, ha podido conocer algunas de sus percepciones y vivencias de la familia Tupia que compartimos con responsabilidad, para conocimiento de la opinión pública.
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