“Cae depravado que captaba menores por Facebook para explotarlas sexualmente”, “Cayó sujeto que captaba a niñas en internet para violarlas”, “Menor denuncia chantaje sexual de un joven que se hacía pasar por agente de modelos en internet”, “Contactaron a menor por Facebook, la violaron y publicaron el video”. Estos titulares son terribles, pero lamentablemente también son reales y se están normalizando.
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se han convertido en una parte casi imprescindible de la vida de los niños, niñas y adolescentes (NNA), aportan a la generación y difusión de conocimiento, proporcionan infinitas opciones de entretenimiento, y desempeñan un rol importante en el desarrollo educativo. Sin embargo, las TIC también exponen a los niños a nuevas formas de abuso, modalidades delictivas y metodologías de captación relacionadas la explotación sexual infantil. Se ha evidenciado que los ofensores/as se aprovechan de estas herramientas para tener acceso a información personal y atraer a posibles víctimas, para fines de, entre otros, acoso sexual, chantaje sexual o producir materiales de abuso sexual, subirlos y diseminarlos en línea.
Se desconoce el número exacto de niños que son víctimas de la explotación sexual infantil en línea, sin embargo, se sabe que en 2016 Internet Watch Forum (IWF) reportó 57,335 URLs (direcciones de sitios en internet) con imágenes de abuso sexual a menores de edad a nivel mundial.
En nuestro país, la línea 1818 opción 1 del Ministerio del Interior registró, durante el año 2016, 18% de casos de denuncias que reportaron como medio de captación el internet. Asimismo, de acuerdo a la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (DIVINDAT), a la semana se recibe entre 10 y 12 casos relacionados al acoso sexual en Internet y pornografía infantil que involucran, en su mayoría, victimas menores de edad.
Y ante este panorama, ¿qué está haciendo el Estado peruano para proteger a niños, niñas y adolescentes? Dos de los principales avances han sido 1) contar con una unidad especializada de la Policía Nacional del Perú para delitos de alta tecnología, como es la DIVINDAT, y el otro 2) contar con una Ley de Delitos Informáticos que ha contemplado delitos como el “grooming” (proceso de establecer una relación con un NNA mediante el uso de Internet u otras tecnologías digitales, para facilitar el contacto sexual en línea o fuera de línea con esa persona), agravantes para la pornografía infantil difundida a través de las TIC, entre otros. Sin embargo, existente muchas falencias normativas, operativas y comunicacionales que no se están enfrentando de manera adecuada.
Con cargo a extendernos en cada uno de esos puntos en editoriales posteriores, en esta queremos hacer énfasis en la necesidad de que el Perú suscriba y ratifique el Convenio de Cibercriminalidad de Budapest.
El citado instrumento, elaborado por el Consejo de Europa, es el primer tratado internacional sobre delitos cometidos a través de Internet y otras redes informáticas, que trata en particular el fraude informático, la pornografía infantil, los delitos de odio y violaciones de seguridad de red. De él forman parte 47 Estados Miembros del Consejo de Europa y progresivamente 24 países han sido invitados a adherirse, entre ellos Perú.
Es de vital importancia que el Perú se incorpore a este Convenio porque significa una herramienta de cooperación internacional, en especial para la policía. Dado que muchos de los delitos relacionados a la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes (ESNNA) en internet son transfronterizos (el perpetrador o el material de abuso infantil no se encuentra necesariamente en el Perú, sino en servidores fuera del país), para su persecución se requiere tener alianzas estratégicas entre países. Asimismo, nos permitirá el desarrollo de informática forense, pues permitirá al Perú aplicar a programas técnicos y de capacitación sobre Ciberdelincuencia y temas afines.
Desde hace casi 8 años la sociedad civil viene invocando a distintas instancias gubernamentales la pronta adhesión de nuestro país al Convenio de Budapest, y es recién en este mes que tenemos conocimiento que la Cancillería se encuentra pronta a presentar oficialmente el expediente respectivo al Congreso de la República para que la adhesión sea aprobada.
Desde CHS Alternativo, instamos a nuestros congresistas a aprobar la adhesión de tan importante instrumento, que resulta una pieza fundamental en la lucha contra la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en línea.
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