Editorial Alternativo
Durante los cinco últimos años nuestro país ha sufrido una transformación digital veloz, que se ha visto acrecentada por la pandemia del Covid 19. El lado positivo de esta transformación es que muchos hogares que antes no contaban con acceso a internet, especialmente en zonas rurales, ahora pueden navegar en la red y obtener una diversidad de contenidos, antes impensados. Sin embargo, en muchos casos, este aumento ha sido desproporcionado y no ha llegado acompañado de una campaña de alfabetización digital ni capacitaciones sobre ciudadanía digital que fomenten un adecuado uso de internet. Las cifras del INEI (2022) lo demuestran: en la época de confinamiento el consumo de internet, especialmente entre niñas, niños y adolescentes, pasó de un 54,8% (2019) al 67,4% (2021), y al 2022 alcanzó a un 73% de niños mayores de 6 años usando internet diariamente.
Poco se conoce sobre los nuevos delitos asociados a este uso prolongado de internet. Gracias a diversas investigaciones que CHS Alternativo ha realizado durante los últimos cinco años, podemos conocer las percepciones de las madres y padres sobre los peligros del uso de internet entre sus hijos. A partir del último estudio del IEP (realizado por encargo de CHS Alternativo en 2022), se proyectó que alrededor de 280 mil niñas, niños y adolescentes peruanos habrían recibido propuestas para tener relaciones sexuales por Internet, mientras que a otros 501 mil menores les pidieron que enviaran fotografías mostrando su cuerpo y alrededor de 573 mil se habrían encontrado en persona con alguien que los contactó por redes sociales.
La explotación sexual de niñas, niños y adolescentes (ESNNA) es el uso de una niña, niño o adolescente (NNA) con fines sexuales, prometiendo un intercambio, ya sea drogas, dinero o comida (UNODC, 2015). El primer paso comienza cuando los NNA establecen contacto con personas que conocieron por redes sociales. Según la experiencia de CHS Alternativo, este delito, conocido como “grooming”, pasa desapercibido porque no se saben los efectos reales que estos encuentros podrían tener. El “grooming” o “seducción” se refiere a las prácticas de depredadores sexuales, particularmente pedófilos, para seducir y crear lazos de confianza con NNA con el fin de abusarlos sexualmente. Luego de este primer contacto entre un NNA y una persona adulta o adolescente mayor edad, comienza la sextorsión o manipulación con fines sexuales. La finalidad de estos encuentros es obtener imágenes con material de abuso sexual o los conocidos “packs”, que luego se venden hasta por 100 dólares a través de páginas para adultos (Infobae, 2022).
Pero ¿cómo es que este delito ha ido ganando popularidad en las redes sociales? El factor más importante que tienen estas redes es el anonimato, la triangulación al momento de captar las víctimas (los abusadores se hacen pasar por adolescentes, generando una falsa empatía) y el uso de palabras claves como “Caldo de Pollo” para referirse al material que obtienen de la explotación sexual. Este tipo de redes criminales operan con total impunidad dentro del ciberespacio haciendo uso de canales cifrados en la deep y dark web, que son de difícil acceso.
Hace poco menos de un mes se encontró a un sujeto de 60 años que fabricaba, comercializaba y vendía archivos a 19 países de la región. De acuerdo a la División de Alta Tecnología, habría captado a sus víctimas a través de videojuegos y redes sociales. Es importante mencionar que, por este caso, por primera vez en el Perú se dictó una sentencia y se ordenó cárcel a un sujeto que ciberacosaba a niñas y adolescentes a través del videojuego Free Fire. La Fiscalía determinó que el individuo contactaba a niñas de entre 9 y 13 años. Si bien esta primera sentencia constituye un hito, aún quedan muchas tareas pendientes.
Ante este panorama desalentador, diversas ONG’S nos unimos en el trabajo de protección a la niñez frente a la explotación sexual y decidimos promover una red global de lucha contra la ESNNA denominada Grooming Latam. Esta iniciativa es liderada por Argentina, país que se encuentra entre los 10 países que más consume material de abuso sexual a NNA, y entre los primeros 20 que más lo producen en el mundo. La primera red global de lucha contra el grooming está conformada por CHS Alternativo, de Perú; Grooming Argentina, Valientes y Corporación Cariño, de Colombia; Paicabi Chile, Sepamos, de Bolivia; Guardianes y Fundación Pas, de México, y Fundación Paniamor, de Costa Rica.
Grooming Latam tiene como finalidad articular acciones de protección de niñas, niños y adolescentes que podrían encontrarse en riesgo o que ya han sido víctimas del grooming. Para ello, se cuenta con la app de denuncias “GAPP”, que es gratuita y de alcance global y permite la fácil denuncia.
Luego de varias reuniones y para consolidar estos esfuerzos conjuntos, esta red firmó hace unas semanas el “Pacto de Cartagena”, que reúne a 7 países y 9 organizaciones, y marca un precedente en la lucha frente a la lucha del grooming, pues todos los miembros de la red somos conscientes de la transnacionalidad del delito y de que se requiere de la unión de todos para combatirlo.
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