Abogado, fundador de la ONG Grooming Argentina e impulsor de Grooming Latam. Nos habla de la iniciativa regional recientemente creada para combatir el grooming, el acoso sexual de una persona adulta a una niña, niño o adolescente por medio de internet, problemática que crece en Perú y en Latinoamérica.
¿Cómo nace la iniciativa Grooming Latam?
Bueno, fundamentalmente surge a partir de la participación de Argentina en la IX cumbre de las Américas, en la ciudad de Los Ángeles, en el año 2022. Ahí generamos una propuesta muy de vanguardia en materia educativa, al presentar un proyecto de educación digital, entendiendo que hoy en los países de América Latina los estados carecen de políticas públicas tendientes al reconocimiento de las competencias digitales como herramientas de protección de las infancias y las adolescencias. Tras una conversación con las primeras damas de todo el continente, pudimos notar que los estados tampoco promovían una política pública en relación a combatir el delito del grooming, el cual consideramos como el de mayor gravedad de este siglo en materia digital hacia las niñas, niños y adolescentes. Eso despertó una necesidad muy contundente y marcada de extender el campo de lucha que habíamos iniciado (contra el grooming) en Argentina, y formar una red o una alianza que denominamos Grooming Latam. Se trata de la primera organización global en el mundo en tratar específicamente este delito para trabajar en la prevención e integrar a las policías nacionales en esta lucha.
¿Cuál es el panorama que existe actualmente en Latinoamérica sobre el grooming? ¿Por qué la necesidad de generar una iniciativa global en esta materia?
La necesidad corresponde a la propia dinámica o la propia génesis del delito; es decir, estamos enfrentando redes de pedofilia que se mueven de manera subrepticia, de manera oculta, en un espacio donde no existen las fronteras. La pedofilia encontró en las tecnologías un vehículo de contacto y de proximidad con cualquier niña, niño o adolescente en el mundo. Por eso, existe la necesidad imperiosa de construir una red mucho más grande y poderosa capaz de enfrentar a esta industria que viene degradando el tejido social de manera silenciosa. El criminal plantea que las y los niños ya hicieron el 50% del trabajo al conectarse a internet. Este es un testimonio tremendo, muy difícil de escuchar, pero que a la vez nos marca que vamos por el camino correcto al construir esta gran alianza.
El riesgo al que están expuestos las niñas, niños y adolescentes es muy alto, en CHS Alternativo hicimos un estudio que reveló que en el Perú más de 800 mil niñas, niños y adolescentes habían recibido alguna propuesta con un fin de explotación sexual. ¿Hay cifras de Latinoamérica?
No, pero las vamos a construir. Por eso, al surgir esta alianza, esta red, lo que pretendemos es generar y construir también datos duros, porque los datos duros, que no se revelan, los datos duros que no se reflejan ni se muestran, son víctimas invisibilizadas. Entonces uno de los grandes objetivos de esta de esta red tiene que ver con construir métricas que nos permitan aproximarnos a un resultado mucho más cercano y certero de lo que ocurre en cada uno de los países. Por supuesto, en términos regionales, este es un gran desafío. Y otro desafío enorme que tenemos es armonizar la legislación en toda América Latina respecto al grooming, sobre todo teniendo en cuenta que en países como Bolivia el grooming no es un delito aún y continúa siendo una gran problemática. Ante ello, lo que nos vamos a plantear, y esto es también trascendental en la red, es construir una norma modelo que no solamente armonice esa legislación en cada país, sino que a la vez sea de vanguardia, para también contagiar posteriormente al parlamento de la Unión Europea. Nosotros pretendemos desde América Latina liderar la lucha contra este delito a nivel global y estoy convencido que este esfuerzo que estamos construyendo lo vamos a llevar como caso de éxito a Europa.
Usted hablaba de autoridades que tienen que legislar en estos temas. En ese contexto, ¿cómo ve el actual trabajo de las autoridades en Latinoamérica respecto a este delito? ¿Se están tomando las acciones que se necesitan, o no?
Muy buena pregunta, pues es justamente a lo que queremos llegar. Lo que presentamos en el lanzamiento (en Colombia) tuvo que ver con un modelo de éxito en Argentina, que es el que pretendemos escalar a nivel de Latinoamérica. En este modelo, la Policía Federal Argentina ha llevado adelante una enorme tarea, yo diría hasta un cambio de paradigma dentro de la fuerza, pues nunca antes la Policía había abierto sus puertas y realizado convenios con organizaciones de la sociedad civil, como lo hizo en este caso con Grooming Argentina. A través de la organización, nosotros hemos implementado la aplicación GAAP, que es la primera y única en el mundo que permite presionar un botón y denunciar una situación de estas características (explotación sexual). Pero ahora GAPP ya no es solamente propiedad de Argentina, sino de CHS Alternativo, Paicabi, Guardianes y toda la red que forma parte de Grooming Latam. Pretendemos que en cualquier país de América Latina una víctima directa, sea niña, niño o adolescente, o una víctima indirecta, una persona adulta responsable, pueda presionar un botón para remitir esa noticia a Criminalística de la Policía Federal Argentina, que ahora va a actuar como una central latinoamericana para remitir la información, vía Interpol, a la Policía Nacional del país donde se encuentre cada víctima. Este es un esquema de vanguardia que va a integrar a las policías nacionales de toda América Latina.
¿En Argentina, qué impacto ha tenido la aplicación, ha aumentado la cantidad de denuncias?
Sí, el impacto ha sido verdaderamente significativo y es que, con la pandemia, se incrementó notablemente el delito. Por un lado, el fenómeno de la hiperconectividad de niñas, niños y adolescentes generó la hipervulnerabilidad. Y por otro lado, cuando analizamos el patrón de conducta del autor del delito, vemos que es un perfil de una persona que sale permanentemente a la caza y podría mantener conversaciones con hasta 200 chicas y chicos de manera simultánea. Entonces, si analizamos esos dos vértices, vemos que nos arroja esta tormenta perfecta que generó en Argentina un 200% del crecimiento del delito. En nuestra organización, a través de la aplicación GAAP, pasamos de tener dos denuncias día por medio (cada dos días) a seis denuncias diarias. Ahora con el lanzamiento de Grooming Latam, el promedio de denuncias diarias volvió a aumentar porque el tema estuvo en agenda y tuvimos la mirada del mundo.
¿Y ahora qué sigue, se espera firmar más convenios con otras autoridades o policías de otros países?
En primer lugar nos ha sorprendido significativamente, y positivamente a la vez, la cantidad de organizaciones que quieren sumarse a este esfuerzo latinoamericano. Nos han escrito organizaciones de México, de Uruguay, de Paraguay y de otros países que no están en la red. La buena noticia es que contamos también con el apoyo de la industria tecnológica. Lo plantearon en el lanzamiento Google, Meta y TikTok y, a partir de eso, vamos a generar campañas de sensibilización y concientización. Considero que una sociedad informada es una sociedad protegida, por eso debemos brindarle información certera, concreta, contundente, específica, para que comprenda mucho más que hoy hablar de lo digital es hablar de lo real que puede ser el abuso sexual a través de internet; lamentablemente este delito es posible a través de la red y las niñas, niños y adolescentes tienen las habilidades y las destrezas, pero muchas veces carecen de la percepción del peligro, mientras que en el mundo adulto se incurre en esa falsa percepción de la seguridad. Por eso, son varios los desafíos que tenemos y en primera instancia queremos regar de información a toda América Latina. Sin embargo, también queremos promover y articular políticas públicas con los estados para generar sociedades más justas y más igualitarias. Con la especificidad que hoy tiene la red tenemos mucho para aportar en una política pública, articulando con el estado. También podemos ir por las instancias de la legislación, dotar de información al sistema de justicia e ir alimentando la red con la celebración de convenios. Estoy seguro que el modelo de éxito que esta red va a construir en América Latina en corto tiempo o mediano plazo escalará a la Unión Europea. Estamos en condiciones de afirmar que Latinoamérica va a liderar la lucha contra este delito de cara al 2030.
¿Y en esa línea, cuáles serían las recomendaciones para las autoridades o las personas que están encargadas de la prevención y la persecución de este delito?
Yo estoy convencido que la mejor herramienta para para combatir este delito es la información, pero también la capacitación constante, pues un operador de justicia o cualquier miembro de una fuerza de seguridad que no esté capacitándose permanentemente no sirve de nada ante una red criminal que va fluctuando y se va moviendo a una velocidad extrema en Internet. Además, hay que acompañar las instancias de capacitación y motorizar y fomentar instancias de capacitación constante que sean capaces de entender las tendencias que van surgiendo de último momento.
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