N° 132: Trata de personas en el Perú, ¿Interés o desinterés del Estado?


El 23 de setiembre pasado en medio de las actividades por el Día nacional contra la trata de personas, el Congreso de la República recibió, aunque tarde, la solicitud del entonces presidente del Consejo de Ministros de fijar fecha para la realización del informe anual previsto en la Ley 29918.

Esa misma semana, presagiando el resultado, pues han pasado 46 días sin que se concrete la presencia del Premier en el Congreso, nuestra organización emitió una nota de prensa señalando la falta de voluntad política por parte del Ejecutivo de luchar eficazmente contra este delito, incluso presentamos una agenda mínima (Informe Alternativo). La cual esperamos pacientemente sea abordada por el Premier.

Sin embargo, pasadas las semanas se constata la falta de voluntad y porque no decirlo de interés por parte del Ejecutivo por afrontar esta situación. La ausencia de un informe  oficial confirma nuestra opinión y muestra cierta indolencia con las víctimas de trata de personas.

Esperamos que la designación del nuevo Premier, permita una mayor capacidad de respuesta y liderazgo público en este campo. Subsisten viejos problemas en la agenda que deben ser atendidos. Por citar uno de ellos, la ley de presupuesto público a pocas semanas de ser aprobada, no contiene mayores recursos para este rubro.

Se carece de un programa presupuestal estratégico para las víctimas de trata de personas y por lo tanto la gestión pública depende de esfuerzos individuales de funcionarios que aprovechan los recursos destinados a otras actividades para hacer lo que pueden. Las víctimas y las personas en riesgo quedan literalmente libradas a su suerte.

El tema no debe ser tan ajeno al nuevo Premier, pues San Martín es probablemente la región que tiene la mejor posición estratégica en el norte peruano, para tratantes y organizaciones criminales.

Es la puerta de salida del oriente hacia la costa en la ruta Iquitos – Yurimaguas, con destino a Lambayeque, Piura, La Libertad y Tumbes. La construcción de la IIRSA o multimodal norte que unirá el Pacífico con el Atlántico, además de los beneficios económicos que nadie discute, traerá una serie de impactos sociales, entre los cuales la trata de personas será uno de ellos. Si no se toman las medidas a tiempo, el corredor puede ser fácilmente utilizado para trasladar a las víctimas a vista y paciencia de las autoridades, como sucede en Madre de Dios.

Por esa ruta discurren víctimas que son trasladas a través de Lima al sur del país, con destino a Moquegua, Arequipa, Puno y Madre de Dios. Basta recordar el caso de la joven Shirley, asesinada en el 2009 por sus tratantes (http://www.larepublica.pe/23-08-2009/mafia-que-mato-shirley-opera-en-lima) para darnos cuenta de la seriedad del tema y por lo tanto la necesidad de una respuesta pública efectiva.

Esperamos que a la brevedad el flamante Premier cumpla con asistir al Congreso y rinda cuenta de la labor realizada. Las miles de víctimas del país lo esperan.

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