N° 174: La trata de personas es vista como un hecho policial y un tema de salud muy puntual el día del rescate


Entrevista al Dr. Percy Minaya León, Viceministro de Salud Pública del Ministerio de Salud.

1. ¿Está preparado el sistema de salud para coadyuvar a la prevención e identificación de casos de trata de personas y para remitir esta información a las autoridades competentes?

El sector salud tiene un gran potencial que no se está utilizando con la intensidad que se debe. Cuando nosotros hablamos estrictamente sobre los servicios de salud, que son establecimientos fijos, donde no todo el personal está sensibilizado y donde no necesariamente todas las víctimas de trata de personas llegan, tenemos pocas oportunidades de intervenir y de asistir apropiadamente; pero el sector tiene un trabajo amplio a nivel de comunidad y a través de los promotores de salud. De esta manera, es posible que ellos puedan identificarlas más fácilmente y puedan canalizar no solo las denuncias, sino también la atención de estas personas.

Aún nuestras estrategias son limitadas al servicio de salud y de alguna manera al espectro de comunicación global y no focalizada, el cual es uno de los pasos que debemos dar.

2. Los sobrevivientes de trata de personas y de Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes (ESNNA), suelen presentar problemas de salud al ser rescatadas. ¿Se brinda una atención prioritaria diferenciada a esta población en los Establecimientos de Salud?

Nosotros brindamos la atención a la población que se rescata; no existe un protocolo formado, aprobado y financiado que pueda utilizarse con frecuencia, aunque tiene variantes, nosotros utilizamos por ejemplo los protocolos de atención integral en general, de violencia o violación sexual, pero un protocolo de atención integral a una víctima de trata de personas que se rescata debe abarcar no solo el aspecto físico sino también el aspecto de la salud mental, y ello requiere un tratamiento de más largo plazo.

En este sentido, la política que hemos implementado para la salud mental abarca y se desarrolla en establecimientos comunitarios, nosotros necesitamos integrar el manejo del tratamiento para que la víctima ya rescatada pueda recibir una atención y un seguimiento a su salud que asegure el proceso de reinserción a su vida normal.

En este sentido, creo que uno de los retos más importantes es concluir estas propuestas de protocolos específicos para que sean conocidos, difundidos y financiados con una denominación específica en términos estadísticos, porque un código estadístico permite que cuando la atiendas (a la víctima) se sepa cuál es el nivel de prestación que se le está brindando y cuál es la continuidad que tiene, evitando así su invisibilización ante el Estado y por el contrario reciba el respaldo de éste porque ha sido víctima de una condición de la sociedad.

3. ¿Qué avances existen respecto a la transversalización del tema de trata de personas en los instrumentos de gestión relacionados a la salud pública? ¿Qué se piensa hacer al respecto?

Es uno de los temas que estamos buscando que se incorporen en los diferentes planes de gestión, incluyendo el que aparezca especialmente en el trabajo que hacemos en la prestación de servicios en determinadas redes de salud donde se sabe que hay muchos casos de trata de personas, me refiero a muchos puntos ya identificados en Lima, en la selva o en zonas de explotación minera informal, en donde debemos apurar que se implementen líneas de trabajo específicas como la promoción de la salud, servicios o comunicaciones, considerando que sí se están realizando, pero debemos fortalecerlos. También debemos hacer los esfuerzos para que nuestro personal esté preparado para reconocer, para tratar y, sobre todo, para dar soporte emocional a la persona que ha sido rescatada.

En este nivel, la transversalización tiene que formar parte de las políticas que debemos tener en todos los espacios de atención de salud integral, no solamente en relación a la salud del adolescente, salud sexual y reproductiva, y a otras intervenciones que tenemos en el sistema de salud, por el contrario debería estar presente en todos los elementos que tocan al poblador, especialmente en zonas donde existe un mayor riesgo.

4. ¿Existe un protocolo de atención especializado para casos de trata de personas y ESNNA en los servicio de salud relacionados como salud sexual y reproductiva, maternidad, salud mental y ginecología?

Estamos trabajando en la elaboración del protocolo intersectorial que será articulado con el protocolo multisectorial que ya existe y cuya elaboración fue presidida por el Ministerio del Interior.

En el caso del protocolo de salud, contendrá una guía de promoción de los derechos y otra sobre la atención integral de las víctimas de trata de personas como documentos normativos, además incorporará como uno de los anexos el registro de la persona que será atendida como un posible caso de trata de personas al sistema HIS (Siglas en inglés del Sistema de Información en Salud), para ello estamos trabajando la ficha de tamizaje, que será también parte de la guía, además será transversal el acceso a los servicios y el financiamiento a través de SIS (Sistema Integral de Salud), que es el principal instrumento de gestión financiera que tenemos. Con todos estos elementos validados podemos dar el siguiente paso, que es la aprobación de este protocolo.

5. Sabemos que existen modelos exitosos de intervenciones en salud sobre trata de personas y ESNNA, ¿qué estrategia de implementación de estos modelos sigue el Ministerio de Salud en la actualidad?

Si bien es cierto que hemos avanzado en diferentes niveles de intervención de la problemática, no podría calificarlo todavía como exitoso. La medida de éxito nos la va a dar el hecho que la persona sea integrada a la sociedad y reciba el soporte adecuado de todos los sectores que intervenimos en este problema; no se trata de un asunto de salud solamente, se trata de un trabajo de gestión local, que involucra la reinserción laboral y la protección social que debe tener la persona.

En cuanto al sector salud, sobre la atención a las víctimas o posibles víctimas de trata de personas, la responsabilidad no está en solo darle una píldora del día siguiente o un descarte del VIH; definitivamente el desafío es mayor.

Somos conscientes de que muchas veces este tema es tratado como un hecho policial y como un tema de salud muy puntual el día del rescate; así se pierde la perspectiva real de lo que implica vivir una situación de esa magnitud para una persona.

Si bien hay acciones importantes de trabajo en regiones como Loreto, Madre de Dios y algunas redes de Lima, falta la consolidación que se debe hacer desde un espacio multisectorial, con ello no se quiere opacar el trabajo que se hace desde cada sector, pero hay un desafío más grande como Estado: que podamos realmente constatar que el ser que rescatamos es un ser que se reintegró y pudo finalmente continuar su vida como persona sujeto de derechos y con las posibilidades que todos merecemos, esta concepción de la persona muchas veces se pierde en toda la complejidad del Estado.

6. De acuerdo al Documento Técnico Orientaciones para el Fortalecimiento de la labor del Agente Comunitario en Salud, cada establecimiento de salud debe informar sobre las actividades realizadas por los Agentes Comunitarios de Salud (ACS) para mantener un registro de información activo. ¿Se ha considerado el registro de posibles casos de trata de personas o de explotación sexual que hayan sido identificados por los ACS?

Existe esta posibilidad con un espectro ampliado. La lógica que nosotros tenemos, de agentes comunitarios, promotores, parteras, entre otros, es parte de la visión que tenemos, pero existe la posibilidad de ir mucho más allá.

Nosotros hacemos un trabajo bastante cercano a las comunidades organizadas que están muy cerca de las actividades donde frecuentemente están estas personas que son sometidas a la esclavitud sexual o a un tema de esclavitud laboral, en ambas direcciones tenemos promotores no solamente nuestros, sino también hay promotores del Ministerio de Trabajo, de los organizamos de inspección de salud ocupacional, promotores educadores de pares; todos ellos se acercan mucho a los espacios donde está el problema que nos interesa reducir, por ello considero que el espacio de las orientaciones para el fortalecimiento de la labor del agente comunitario de salud tiene que desarrollar directivas que se incorporen a su trabajo diario, de esta manera estaríamos siempre alertas a los indicadores de violencia y de explotación que existen sobre todo en la zonas de mayor riesgo.

 

Puede leer también:

Anterior N° 174: Restitución de salud en víctimas de trata de personas no es urgente para las instituciones del Estado
Siguiente N° 175: En el Perú, cerca de 2 millones de menores de edad viven en condición de trabajo infantil

No hay comentarios aún

Deja un comentario u opinión

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *