Boletín N° 64: La trata de personas es un nombre nuevo para un problema muy antiguo


Este 20 de febrero de 2011 se cumplen 7 años de la creación del Grupo de Trabajo Multisectorial Permanente contra la Trata de Personas (DS Nº 002 – 2004 – IN). Entrevistamos a Ricardo Valdés Cavassa, su primer Presidente quien fuera Vice Ministro del Interior en el 2003 y 2004.

¿Qué opinión le merecen  los últimos acontecimientos reportados por la prensa con relación a la explotación de menores de edad en la República del Ecuador?

En primer lugar que la trata de personas y, en particular la explotación de menores de edad, es un fenómeno delictivo internacional. Este vendría a ser un típico caso de tráfico humano bajo la modalidad de trata internacional con fines de explotación laboral, con violación, además,  de las normas migratorias.

En segundo lugar, que ésta situación no podría darse de no mediar tres elementos: a) carencias socio económicas, lo que pone a muchas familias en una situación de vulnerabilidad para caer en manos de los tratantes; b) organización criminal, tanto en el lugar de captación, en la ruta de traslado y en los lugares de explotación. Trasladar y ocultar  esa cantidad de menores implica un nivel de organización logística de cierta complejidad; c) complicidad de las autoridades, en ambos países, pues las rutas y los pasos de fronteras están, en principio, vigilados.

En tercer lugar, que la situación no me sorprende. Las zonas de frontera son lugares en los que se concentra el delito para trasladar lo que legalmente tiene restricciones: menores, indocumentados,  armas, drogas, contrabando, madera, especies silvestres, etc.
Ya en meses anteriores se habían producido varias deportaciones hacia Perú de menores de edad; peruanos que habían ingresado y permanecido ilegalmente en Ecuador ¿por qué no se investigó cómo llegaron, qué hacían allí, quién los llevo, para qué?   Ojo, fueron varios casos, eso lo sabe la Dirección General de Migraciones y nuestros consulados en Ecuador.

Usted menciona razones estructurales que no van a cambiar de la noche a la mañana y también de razones coyunturales, que hablan de un delito complejo y difícil de afrontar, entonces ¿qué se puede hacer en la práctica?

Pretender cambiar las cosas de la noche a la mañana es iluso, por no decir imposible. La trata de personas, la esclavitud o la explotación de un ser humano, como quiera llamarlo, está con nosotros desde hace mucho tiempo, pero nos cuesta admitirlo. Hay raíces históricas, ancestrales que cobijan la explotación de un ser humano por otro y que son aprovechadas, hoy por hoy, por los criminales.

Hay como un inconsciente colectivo que guarda las peores formas de la agresividad humana.  Una de las formas en que esta se expresa es a través de la dominación y explotación, sexual o laboral, del prójimo. Sólo la revisión personal de esos impulsos nos permitirá ir  asumiendo su control y lo que humanamente es inaceptable.

Hay por lo tanto, una tarea práctica y permanente que nos corresponde a cada uno de nosotros, en lo individual y que al final, terminará por modificar lo cultural.

En lo que corresponde  a la estructura socio económica que generan las situaciones de vulnerabilidad, pues me gustaría ver en lo práctico, que los políticos que van a gobernar nuestros países tomen una postura al respecto. Ya las leyes están dadas. Pero el Estado se encuentra muchas veces ausente para proporcionar los mecanismos de prevención, protección y persecución del delito.

Corresponde entonces que los funcionarios públicos hagan su trabajo, que se les asigne presupuesto, que coordinen sus acciones y que la sociedad civil participe activamente  pues es la principal doliente del problema.

También corresponde  a los políticos  presentarnos en sus planes de gobierno, las acciones para superar las inequidades, proteger los derechos de las personas y enfrentar las situaciones de criminalidad e inseguridad. La Trata de Personas debe entenderse  bajo varios enfoques, de criminalidad organizada, de derechos humanos, de seguridad ciudadana, etc.

Por último, deben acentuarse las actividades de coordinación, como las que se vienen poniendo  en práctica en el Grupo Multisectorial.

A propósito de ello ¿Cómo evalúa la labor del Grupo Multisectorial a casi ya 7 años de su creación? ¿Podría señalarme sus dos principales logros y retos?

Pues yo creo que el balance es positivo. En primer lugar cumplir 7 años de reuniones permanentes es ya un logro. A este grupo se le deben muchas cosas, pero si tuviera que priorizar dos, pienso que las principales han sido la creación de la ley 28950 y la formulación de su reglamento.

Retos hay muchos, el principal es el de convertirse en el eje dinamizador de las políticas públicas en torno al fenómeno de la trata de personas y de  la migración irregular, como elementos centrales del tráfico humano.

En segundo lugar el grupo no solamente debe ser un espacio de coordinación, promoción, proposición  y articulación  de  acciones como señala el Decreto Supremo de su fundación, sino que también debe garantizar que los sectores responsables de la asignación presupuestal y de planeamiento, asignen los recursos para las acciones.

Por último, los representantes que forman parte del  Grupo  Multisectorial deben viabilizar y también garantizar  la voluntad política de las más altas autoridades de sus sectores, en el enfrentamiento de los diversos problemas que plantea la trata de personas.

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