Entrevista a Marcos Mario Bubniak, Coordinador Pastoral Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Peruana sobre la campaña Compartir.
¿En qué consiste la campaña Compartir?
La campaña Compartir es una actividad que promueve la iglesia desde hace mucho tiempo con un tema específico, como puede ser un tema social. A través de esta campaña buscan un tema para difundir en todas las diócesis, vicariatos, prematuras y todas las parroquias, para sensibilizar a toda la gente sobre un drama social que puede estar viviendo el país.
Los obispos del año pasado vieron que el tema de la trata y tráfico de personas era muy fuerte en el país y se dio la necesidad que todas las parroquias sepan y puedan ayudar a divulgar ese delito y ayudar a que las personas sepan que pueden ser víctimas o que son víctimas y no lo saben.
¿Qué motivó a que el tema del delito de trata de personas sea abordado por la iglesia este año?
Los obispos en sus propias diócesis han acompañado y visto casos específicos que aparecían incluso en las mismas parroquias. Una vez fuimos a visitar y a realizar un trabajo de capacitación en la diócesis de Tumbes y Piura. El obispo de esa diócesis se quedó aterrado al saber que esta realidad es muy fuerte en esta zona por ser zona de frontera. Igualmente el caso del obispo de Tacna, viendo el caso de tráfico, especialmente de colombianos que aquí buscan llegar a Chile y muchas otras diócesis del país. Los obispos se dieron cuenta que el tema de trata y tráfico, sobre todo de niños y mujeres, era muy fuerte, pues muchos casos llegaban a las parroquias y a las comunidades religiosas y, enterándose del problema, han visto que desde la campaña Compartir a través de la Pastoral Movilidad Humana fuese necesario que la gente deba conocer más sobre el tema.
¿Lo recaudado de la campaña ha superado las expectativas que se plantearon, existe un monto aproximado recaudado?
No tenemos el monto específico todavía porque hay zonas muy distantes en donde aún se está recaudando. Pero la expectativa es que la cifra supere a la del año pasado, es decir, se espera unos S/.500 000.
Además, como la campaña se realiza en zonas de frontera, para cada proyecto se piensa en un estimado de 10 000 dólares, para que puedan ayudar en la sensibilización y la prevención.
¿Cuáles han sido las prioridades establecidas para la asignación de los recursos recaudados?
La prioridad está en las zonas más vulnerables, por ejemplo, Puerto Maldonado, Cusco, toda la zona de La Convención, la frontera norte, Tumbes, Piura; ynuestra oficina central en Lima y Tacna, que también han presentado muy buenos proyectos.
También existen comunidades religiosas, como la red Kawsay, que son un grupo de 22 comunidades religiosas esparcidas en todo el país que están viendo esta situación y acompañan este tema y dan, sobre todo, prevención y acogida a las víctimas.
Entonces, ¿el tipo de actividades serán de asistencia y orientación sobre el delito?
En algunos casos sería prevención, en otros de asistencia y en otros de acogida y orientación, debido a que es un tema muy delicado y requiere una atención muy especial con cierto sentido de protección para que no sufran ningún tipo de amenaza.
¿Se hace seguimiento de las acciones que realizan con los recursos asignados?
Sí, existe el compromiso de la pastoral de ir, visitar, y ver cómo sigue la situación. La idea es la conformación e equipos de la pastoral de movilidad humana. Es una manera de no entrar de frente en el tema para evitar represalias, pero conformando un equipo diocesano de pastoral de movilidad humana tenemos un puente desde la oficina central de la conferencia a esos equipos, para que siempre puedan estar pendientes.
¿Cree que falta fortalecer los lazos entre la iglesia y la sociedad civil?
Sí, estamos en buen camino pero podríamos hacer más cosas. Desde la pastoral y participando de la mesa multisectorial contra la trata de personas, así como con las comunidades religiosas, estamos viendo que es necesario hacer algo a favor de las víctimas, por eso es que se da la campaña Compartir, para que todas las diócesis, vicariatos y parroquias puedan ver esta realidad y puedan hacer algo. Vamos por buen camino pero aún falta realizar alianzas para fortalecer acciones.
¿Qué acciones se podrían realizar desde el Estado y la sociedad civil para fortalecer iniciativas como la de Compartir?
Sería muy interesante que el gobierno pudiese realmente estar pendiente de eso, sobre todo en la prevención. De la misma manera, que los mismos medios de comunicación pudieran ayudar en esa prevención. Existen alternativas interesantes de diversas organizaciones e instituciones, pero se requiere mucho más, todavía es muy poco lo que se realiza por un problema tan fuerte en este país.
Nosotros lanzamos una encuesta nacional en donde se demuestra que la mejor manera para combatir el delito pasaba por el tema de brindar información ¿coincide con esta apreciación?
Sí, incluso, cuando fuimos a realizar capacitaciones en Puerto Maldonado, estuvimos con un grupo de profesores y fueron unánimes en mencionar este detalle pues muchas personas son víctimas y no saben que lo son.
Estuvimos en una zona de captación, la zona de Sicuani, en Cusco, con un grupo de universitarios, donde también decían que el factor principal es el desconocimiento, quienes por las falsas promesas y falsas ofertas son engañados.
Incluso en el seno de la misma iglesia, muchos no saben lo que es la trata y el tráfico de personas.
Las situaciones de pobreza debieran ser enfrentados por el Estado para prevenir el delito de trata de personas.
Así es. Creo que hay muchas y múltiples estrategias e iniciativas, nosotros tenemos una alianza muy buena con el personal de CHS Alternativo debido a que tienen toda la preparación y en los talleres de movilidad humana nos brindan toda la ayuda necesaria. Entonces, ese tipo de alianzas de cooperación no es sólo entre organizaciones, sino también con el Estado, para realizar acciones más fuertes.
¿Qué opinión le merece que el Estado no tenga un presupuesto designado para acciones dirigidas a combatir el delito de trata de personas, teniendo tantas víctimas a nivel nacional?
Es una debilidad que puede tener arreglo si es que realmente hubiera la preocupación, y sería más importante si la policía se viera amparada y tuviera los medios necesarios para actuar contra estas mafias. Es todo un tema de presupuesto en donde, si hubiera más prioridad, podríamos tener más apoyo, menos víctimas y más personas actuando contra este problema.
*Para formar parte o colaborar con los equipos diocesanos pueden acercarse a su parroquia o a Cáritas y preguntar por la Pastoral Movilidad Humana.
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