José Vinces, Director Nacional de Paz y Esperanza Ecuador.
1. ¿Cuál es la relación entre desastres y el incremento de casos de delitos relacionados a la violencia sexual?
Por lo general, es de conocimiento público que en contextos de desastres, se incrementan los casos no solo de violencia sexual, sino de violencia intrafamiliar, sobre todo al interior de los albergues. Y esto se debe a muchas razones, son secuelas naturales que surgen a partir del hacinamiento, de problemas y conflictos no resueltos que se acrecientan con la situación tan particular de pos trauma, de falta de acceso a la vivienda, al trabajo y a la educación. El desorden y el manejo inadecuado de la seguridad implican que también otros delitos se incrementen.
2. ¿En qué ha consistido el proyecto de prevención de violencia sexual post desastre ejecutado por Paz y Esperanza luego del desastre ocurrido en Ecuador en abril del 2016? ¿Qué procesos de reinserción laboral y educativa se han ejecutado para las víctimas del desastre?
En principio, en la institución desarrollamos líneas de acción enmarcadas en la prevención del abuso sexual infantil dirigidas a las escuelas, a las iglesias y a la comunidad en general. En este sentido, a partir del terremoto, hemos sumado esfuerzos con otras entidades y así nos hemos trasladado a las zonas de emergencia. Nuestro programa de prevención del abuso sexual dirigido a la niñez fue ejecutado a través de talleres lúdicos sobre cómo enseñar a niñas, niños y adolescentes (NNA) a prevenir, a reconocer su cuerpo, a cómo identificar cuando hay caricias o tocamientos que son indebidos, entre otros. De igual manera, estos talleres de capacitación también fueron dirigidos a directores, profesores, escuelas, líderes eclesiásticos y comunitarios. Luego de superar algunos inconvenientes, se procedió a articular esfuerzos con otras entidades para poder realizar procesos de acompañamiento a NNA. Por último, creemos firmemente que un programa de prevención va a contribuir y coadyuvar a que estos delitos disminuyan y para que la población, en particular de niñas, niños y adolescentes, estén precavidos de que esto no es nada normal en un país donde el 21.4% de NNA son víctimas de abuso sexual. En ese sentido a partir de nuestra intervención 1,668 NNA afectados por el terremoto fueron participes de nuestros talleres de prevención del abuso sexual infantil. Las instituciones educativas públicas a las que alcanzamos con nuestros talleres de capacitación cuentan con una política de protección infantil. Por otro lado se incrementó el conocimiento de los NNA para protegerse frente a una situación abusiva. Y todo esto propició la disminución de los riesgos de violencia sexual infantil en NNA viviendo en albergues y refugios.
Con respecto a la reinserción laboral y educativa, aunque ha habido cierto involucramiento de nuestra parte apoyando micro proyectos de reactivación económica familiares y comunitarios, no obstante consideramos que esta es una responsabilidad del Estado, así como, la reconstrucción de las viviendas, locales escolares y otro tipo de infraestructura afectada por el sismo.
3. ¿Qué acciones se han ejecutado desde el gobierno ecuatoriano para prevenir el aumento de delitos relacionados a la violencia sexual luego del desastre natural ocurrido en abril del año 2016? ¿Cuál ha sido el rol de la sociedad civil en esta labor?
En términos generales, ningún país está preparado para afrontar un desastre natural de tal magnitud. Lo que se ha resaltado es el alto espíritu de solidaridad de la propia comunidad ecuatoriana, no solamente en la respuesta hacia las necesidades más urgentes (agua, comida, medicinas, entre otros), sino también a partir de estos esfuerzos interinstitucionales, a nivel del Estado, y de igual modo desde las organizaciones no gubernamentales. También hay esfuerzos en el marco formativo y educativo, pero lo importante está en cómo se lleva a la práctica, cómo se cumple, no solo en contextos de desastres, sino en situaciones normales. Nosotros somos una entidad que brinda un servicio multidisciplinario a víctimas de violencia sexual, esto implica la asesoría, atención, defensa jurídica referente a la sentencia en contra del agresor, un acompañamiento terapéutico y de consejería. Tenemos que seguir reafirmando la necesidad en el tema de prevención para frenar en alguna medida las altas y lamentables estadísticas que tenemos que sufrir, todavía hay lecciones que aprender, no olvidar, aprender de los errores del pasado.
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