Entrevista a Dr Chris O Connell – IRC/MSCA Caroline Fellow – School of Law and Government – Dublin City University.
¿Qué es el cambio climático?
El cambio climático es la consecuencia del proceso de calentamiento global, el que a su vez involucra una serie de manifestaciones hechas por el hombre. Desde luego, el cambio climático siempre se ha dado, pero en la actualidad este se está caracterizando por su alta frecuencia y gran intensidad. Ahí están, por ejemplo, las sequías,los fríajes, las inundaciones, inclusive plagas. En general se habla de dos tipos de eventos relacionados al cambio climático: los repentinos, como una inundación y los graduales, como el cambio de duración de las estaciones. Loscambios graduales son detectados primero por las personas que trabajan con latierra, pues ellos son quienes ven las transformaciones. En algunas entrevistas que tenido con gente del campo, me cuentan que, por ejemplo, ya no llueve con tanta frecuencia como antes, pero cuando llueve se da con mayor intensidad. Y esto es algo que tiene alto impacto en la siembra y cosecha de productos, ytodo está relacionado al cambio climático. Por cierto, estamos hablando que gran parte del cambio climático actual es causado por la actividad humana. Sin embargo, en ocasiones no es fácil distinguir cuándo es el cambio natural y cuándo se trata de un cambio empujado por el hombre.
¿Cuáles son las consecuencias?
La consecuencia más inmediata del cambio climático es la migración, el fenómeno de las migraciones. Como mencioné antes, hay dos tipos de eventos relacionados al cambio climático y cada tipo genera distintos formas de migraciones. Por ejemplo, los eventos muy repentinos y muy fuertes provocaron la evacuación de pueblos enteros y, en ocasiones, han tenido que vivir en condiciones precarias, incluso bajo carpas. En cambio, los eventos que son graduales generan una migración, pero no tan traumática en el sentido que es más como una estrategia de adaptación al cambio climático. Cuando hablamos de cómo enfrentar al cambio climático, se habla de la mitigación, es decir, bajar las emisiones de gases de efecto invernadero y procurar que la temperatura global no sobrepase los 1.5 grados Celsius. Otra forma de enfrentar el cambio climático es la adaptación, es decir, asumir que van a haber consecuencias e impactos y ver la mejor forma de acomodarse a esa realidad. De acuerdo a algunos estudios de los últimos años, la migración, a la vez que es una consecuencia, resulta siendo una de las estrategias más eficaces ante el cambio climático.
¿Qué ocurre en América Latina?
En referencia a América Latina, hay que señalar que no está entre las regiones más contaminantes, es decir, que no son de los grandes emisores de gases de efecto invernadero. En esta caso, lo que deben hacer los países latinoamericanos es más el tema de la mitigación. Además, aunque, como se ha dicho, América Latina no es una de las regiones que tiene más emisiones, sí será una de las que más sufrirá los efectos del cambio climático. Por ejemplo, recuerdo que un informe publicado hace unos años en Inglaterra colocaba al Perú en el puesto 3, en cuanto a su vulnerabilidad ante el calentamiento global. En general, la pobreza, el desempleo, la informalidad también son considerados uno de los factores de riesgo frente al cambio climático.
¿Cuál es la relación entre el cambio climático y la explotación humana?
Es un tema relativamente reciente. Uno de los primeros textos donde se menciona un vínculo entre el cambio climático, la degradación ambiental y formas de esclavitud es en la encíclica del Papa Francisco, del 2015, llamada «Laudato Si». Luego también ha sido comprobado por informes de la Organización Internacional de Migrantes (OIM) y otras entidades como la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Respecto al término esclavitud moderna, se usa para buscar integrar en ellas las diversas formas de explotación humana, como el trabajo forzoso, explotación laboral, explotación sexual y matrimonio forzado. Según la OIT, en sus estimaciones del 2017, son más 40 millones de personas en el mundo que están en estas condiciones de esclavitud moderna. Ahora bien, sabiendo lo que sabemos sobre grupos de trata de personas, siempre habrá criminales que se dedican a la captación y explotación de seres humanos. Pero en muchas formas de la esclavitud moderna lo que podemos ver son factores de riesgo que hacen que algunas personas sean más vulnerables frente a diferentes tipos de trata de personas. Por ejemplo, en América Latina la forma más común de captación es el enganche, ofertas de trabajo, muchas veces combinadas con formas de endeudamientos. Luego resulta que el trabajo no es lo que se pensaba y ocurre la explotación. Entonces, el cambio climático, con todos los impactos que está teniendo, está aumentando los niveles de vulnerabilidad. Debe ser considerado, por tanto, un factor de riesgo muy fuerte, más aún porque sabemos que es algo que irá creciendo cada vez más.
¿Por qué los migrantes son tan vulnerables?
Porque por lo general han invertido mucho dinero para poder movilizarse, han tenido que buscar préstamos para ir de un lugar a otro, incluso para conseguir trabajo. Entonces llegan a un nuevo lugar, una nueva ciudad, sin conocer a nadie y tienen que buscar un lugar para vivir. Todo esto son gastos. Por tanto están casi condicionados a aceptar la primera oferta que le hagan. Y si se trata del tipo de oferta que mencionamos antes, aquella que esconde una explotación laboral o sexual, puede ser que el migrante llegue a aceptar pensando que no tiene más opción. Aquí es importante la intervención del Estado para darle facilidades y un nivel de protección a los migrantes.
¿Cómo ve la actual percepción ante el tema del cambio climático?
Yo vengo investigando este tema hace dos años y sí he visto un gran cambio. Creo que en el último tiempo hemos visto tantos impactos del cambio climático en casi todo el mundo que es un tema muy visible, muy primario. En ese sentido, se ha hecho algo. Aunque algunos lo han criticado, el acuerdo de París, por ejemplo, ocurrido hace unos años, fue un intento de coordinar la mitigación y la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero. Pero en lo que se refiere a la adaptación hay muchos pendientes. En el Perú, por ejemplo, me he entrevistado con funcionarios del Ministerio del Ambiente y me han confesado que hay una enorme brecha entre lo que dicen las leyes ambientales vigentes y la implementación en el mundo real.
Luego de haber investigado este tema, ¿qué proyección tiene sobre el cambio climático?
En primer lugar hay que reiterar que el problema central no está en América Latina, en tanto no es una de las principales zonas contaminantes. Sin embargo, como muchos países de aquí dependen económicamente de la extracción y exportación de productos primarios, como los hidrocarburos y los minerales. Y en el proceso hay grandes posibilidades de contaminación. Así también está la minería aluvial que desforesta grandes extensiones de bosques. Incluso la agricultura también está utilizando muchas veces químicos y procesos no sostenibles ni ecológicos. Entonces es preocupante porque el modelo económico de alguna manera no ayuda a mitigar los efectos del cambio climático, sino todo lo contrario. De otro lado, si tuviera que indicar un aspecto positivo sería que he visto que algunas comunidades, en Perú y Bolivia, se dedican a la producción sostenible y ecológica. Sin embargo, se trata todavía de casos aislados. De todas maneras, los gobiernos deberían darles más atención a estas comunidades. Hay que recordar que América Latina siempre ha sido una fuente de ideas y alternativas para el mundo. Y, en medio de esta crisis, es a esa América Latina a la que hay que prestarle atención.
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