Entrevista a Rossana Mendoza de Save The Children Perú, miembro del comité organizador del Primer Encuentro Nacional sobre Trata y Tráfico de Personas en el Perú.
¿En qué consistió el encuentro de las mesas y veedurías regionales que se realizó el 09 de octubre?
La idea era poder contar con un espacio previo al encuentro donde los representantes de mesas y veedurías identifiquen los avances y dificultades que enfrentan en su trabajo, para poder llegar a algunos puntos comunes que puedan llevar al encuentro, tanto por mesas, como veedurías, y así lograr hacer un trabajo conjunto.
En este sentido, además de realizar un diagnóstico, queríamos levantar propuestas para presentarlas en el encuentro ante la sociedad civil y a las autoridades vinculadas a la trata de personas.
¿Puedes explicar las diferencias principales entre las mesas y veedurías regionales?
Las veedurías se constituyeron a partir de la ley contra la trata de personas y eran conformadas por gente de sociedad civil, a partir de ONG s preocupadas por esta problemática, con el propósito de que el Estado vaya destinando cada vez más recursos y que vaya colocando el tema en su agenda política.
Luego, con la elaboración del primer plan contra la trata de personas es que se da uso a las mesas regionales como espacios concertados en Estado y sociedad civil, donde el liderazgo debería recaer en el gobierno regional como máxima autoridad de este nivel para que se produzca un espacio de trabajo conjunto de los diferentes sectores.
En este sentido, las mesas están comprometidas a seguir coordinando el trabajo de las ONG`s, entonces las mesas tienen un reconocimiento formal, un liderazgo político desde el gobierno regional, mientras que las veedurías regionales son iniciativas desde sociedad civil con un objetivo de incidencia política, de vigilancia, además de levantar propuestas, de tal manera que puedan alimentar el trabajo que hacen los sectores.
¿Cuáles han sido los principales hallazgos en el trabajo que han venido realizando hasta ahora?
Un elemento interesante es el tema del presupuesto como un punto neurálgico para que los planes con los que cuenten las mesas se echen a andar, y es que se asume que cada sector debe contribuir desde su función, sin embargo eso no es real, los sectores tienen un conjunto de actividades que planifican cada año, y no necesariamente estas actividades se orientan directamente a la lucha contra la trata de personas.
Lo real es que esta situación no permite contar con recursos para actividades, esa es una limitación común en todas las mesas. Además, es necesario contar con una información oportuna, por ejemplo contar con información integrada a un sistema que permita tomar decisiones en cada región.
¿En base a este diagnóstico que han realizado ¿cuáles han sido los principales retos que se han planteado para lo que se viene en adelante en cuanto a su trabajo en las regiones?
Un desafío que están asumiendo es el tema de la capacitación de los miembros, si bien se reconoce que hay compromiso, realmente es más fuerte en unos sectores que en otros, y eso expresa por qué aún hay debilidad en la presencia de algunos sectores en las mesas, porque siempre cambian de representantes, va un representante que no puede tomar decisiones en este espacio o son funcionarios de menor rango. Aquí intervienen sectores como el Ministerio del Interior, Ministerio de Educación o el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, pro ejemplo.
Otro tema importante que se presenta como desafío es la mejora de los servicios públicos, hay servicios que se dan en la regiones complementados por otros que las ONG`s han impulsado, pero resultan siendo insuficientes, limitados, o de poco alcance para la magnitud de la problemática en ciertas regiones.
Podría mencionar el tema del reconocimiento de parte de los gobiernos regionales, hay colectivos que se están constituyendo, pero estos necesitan ser formalizados con una ordenanza regional que le de mayor institucionalidad a estos espacios.
Los gobiernos regionales son más fuertes en este tema, uno más que otros, entonces es necesario que asuman un mayor liderazgo, ver la forma de apoyar en niveles locales, y a la vez desde lo que significa descentralizar el abordaje, la lucha contra la trata de personas debe ser articulada de varias regiones cuando estos comparten una ruta, por ejemplo, sobre todo cuando estas ubicaciones geográficas centran rutas de captación y traslado a la vez, entonces necesitamos integrar esfuerzos macro regionales, sobre todo en zonas de frontera.
¿Y lograron arribar alguna actividad concreta para iniciar quizás con alguno de los retos?
Practicamente quedó la sensación común de llegar a un segundo encuentro de mesas y veedurías que pueda tomar con mayor tiempo un debate más ordenado, levantar una agenda de temas comunes, eso ha quedado como un paso que se tiene quedar, ahora esperamos que este reto sea constituido por varias instituciones, tengo entendido que CHS Alternativo tiene mucho interés en ello, Save the Children y el Ministerio del Interior también, entonces esperamos que se pueda concretar el otro año.
Por parte de las mesas creo que es importante que a partir de este colectivo se pueda enlazar una red que en principio comparta los resultados.
¿Cómo han considerado las regiones que pueden contribuir este encuentro nacional en la lucha contra la trata de personas en el Perú?
La representación de las diversas mesas y veedurías regionales es una garantía de que pueden ir procesando algunos de los resultados, ha venido gente muy representativa al encuentro y eso es uno de los principales éxitos. Creo que eso tiene que ser potenciado, pero necesita que esto sea canalizado de una manera más ordenada, y allí nos compete a las organizaciones que tienen presencia nacional el ver la forma de hacerlo lo más pedagógicamente posible, sabemos que tenemos que canalizar estos resultados a los espacios donde estamos trabajando.
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