En julio de este año, Mirada Ciudadana lanzó la Campaña “Ningún Trabajo Vale Más que tu Libertad” para sensibilizar a las autoridades, población y sobre todo a adolescentes y jóvenes, acerca del principal medio de captación de víctimas en el país, vale decir la falsa oferta de trabajo.
La Campaña ha tenido un desarrollo importante en 10 regiones del país. Se han realizado conferencias de prensa, se han distribuido miles de volantes y afiches, se han difundido spots radiales y de televisión, así como vallas publicitarias.
Seis semanas luego de iniciada la Campaña, compartimos algunas conclusiones, que abonan a la necesidad de fortalecer acciones como la señalada:
– El mercado de ofertas laborales en el país se ha informalizado y la respuesta pública al tema es insuficiente. La legislación sobre agencias de empleo es radicalmente ajena a la realidad. La contratación laboral o el “engaño” se concreta de pie frente a un panel y las entrevistas de “trabajo” son en restaurantes y hostales.
– Se han identificado en las 10 regiones decenas de “ofertas” dudosas en paneles y mercados. Cada mañana muy temprano miles de jóvenes y personas con necesidades económicas acuden a estas “ofertas” y negocian su futuro en total desamparo y librados a su suerte. ¿Conocen ustedes acaso algún programa público para verificar estas ofertas de empleo?
– Si bien existen ausencias en el control de las ofertas de trabajo, estas se suman a una cadena de omisiones que van desde el incumplimiento a la obligación de prevenir la trata de personas en las escuelas, inexistentes controles en el traslado de menores de edad, falta de inspecciones laborales en bares, cantinas, locales nocturnos, hasta la tolerancia municipal a la presencia de paneles de empleo en mercados y establecimientos comerciales, vale decir en actividades totalmente ajenas a su giro.
Si bien es cierto lo mencionado no explica por sí solo las cifras nacionales de la trata de personas, queda claro que se hace muy poco para atender este nuevo frente.
Amatya Sen plantea la necesidad de procurar la protección de las personas, para evitar trasladar a la sociedad el costo del daño causado a ellas.
Si trasladamos esta reflexión a nuestro tema, veremos que evitar el daño resulta central en la intervención y entonces nos preguntamos ¿se está haciendo realmente algo para evitar que suceda?, la respuesta apena pero es contundente: NADA o MUY POCO.
¿Se puede hacer algo? Si y mucho. Solo para citar un ejemplo, una alianza entre el sector trabajo y gobiernos locales, permitiría que las ofertas de trabajo luego de pasar por un tamiz se publiquen en locales municipales. En contrapartida una sanción efectiva a mercados y locales comerciales frenaría su interés de obtener un ingreso adicional a través de la publicación de ofertas de trabajo de un tercero.
En setiembre, de acuerdo al Ministerio de Educación, se debe implementar en todas las escuelas del país la Semana Nacional Contra la Trata de Personas. Este puede ser un buen punto de partida para hablar de ello en el espacio donde nuestros hijos pasan la mitad del día, durante once años de su vida.
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